Iberdrola ha revisado más de 2.000 kilómetros de líneas eléctricas a lo largo de 2011 en Navarra con el objetivo de "reforzar" la seguridad del suministro y "seguir mejorando" la calidad del servicio que ofrece a sus clientes.

En concreto, según ha explicado Iberdrola en un comunicado, la compañía ha realizado una revisión ordinaria de 1.100 kilómetros de líneas y una rápida en 230 kilómetros.

Estas actuaciones están orientadas a detectar posibles anomalías en los elementos que componen este tipo de instalaciones: aisladores, conductores, herrajes, apoyos, elementos dañados por rayos, arbolado, obras de construcción o edificaciones próximas, entre otras causas.

Asimismo, la empresa ha realizado un reconocimiento "exhaustivo" de los apoyos eléctricos, así como las mediciones necesarias para la detección de posibles anomalías, en más de 500 kilómetros de sus tendidos por la Comunidad foral.

También ha revisado por infrarrojos -análisis termográfico- otros 140 kilómetros de líneas. Esta acción consiste en el reconocimiento de las infraestructuras eléctricas mediante cámaras termográficas transportadas en helicóptero o por equipos a pie.

Por último, la compañía ha realizado trabajos de limpieza de los pasillos por donde discurren las líneas, talando y podando aquellos árboles que presentaban un mayor riesgo de contactar con los tendidos a lo largo de unos 65 kilómetros de líneas.

Iberdrola cuenta en Navarra con una red de distribución integrada por 61 subestaciones, 3.350 centros de transformación, 1.150 kilómetros de líneas de muy alta y alta tensión y más de 6.600 kilómetros de líneas de media y baja tensión