La crisis económica ha centrado los discursos tanto de la Ofrenda al Apóstol Santiago y como de la réplica en el acto de Traslación de sus restos que ha tenido lugar este viernes en Santiago y durante el cual el arzobispo, Julián Barrio, ha pedido "fuerza espiritual" para superar el mal momento económico.

Así, durante su discurso de ofrenda como delegado regio, el alcalde de Santiago, Gerardo Conde Roa ha pedido al Apóstol "esperanza" para "enfrentar los graves problemas que afligen al mundo en general y a España el particular", donde "tantas personas se han visto privadas de la dignidad realizadora del trabajo y, en consecuencia, del sustento cotidiano para ellos y los suyos".

Además, Conde Roa ha recordado el espíritu de sacrificio de los "antiguos peregrinos", a los que ha puesto como ejemplo y de los que ha reclamado su "tenacidad vencedora" para enfrentar "con éxito los malos tiempos presentes".

"Si nuestra sociedad está desorientada y, tal como decíamos, rodeada de incertidumbres, afrontemos el reto con decisión, valentía, ética y responsabilidad, y seguro que encontraremos respuestas", ha indicado el regidor compostelano, al tiempo que ha instado a la sociedad a no "asustarse" por "las penalidades" que será necesario "recorrer todavía hasta alcanzar el esplendor pasado".

Dentro de sus recomendaciones, Conde Roa ha apostado por "recuperar valores" como "la laboriosidad" o "el cumplimiento de la palabra dada" y ha pedido al Apóstol que "ilumine" a las autoridades políticas, militares y religiosas para que "cumplan con eficacia su alta misión de propiciar el lícito progreso socioeconómico y espiritual".

Finalmente, Conde Roa, que ha pedido también por la "preciosa salud" del Rey Juan Carlos, ha tenido unas palabras de recuerdo para las víctimas del terrorismo.

Una cultura "herida por la crisis"

Por su parte, el arzobispo de Santiago, Julián Barrio, ha apostado en su homilía de respuesta por "vivir una vida sobria, honrada y religiosa" basada en el Evangelio de Cristo "en medio de una cultura herida por la crisis, cuyas raíces son sobre todo culturales y antropológicas".

Durante su intervención, monseñor Barrio ha reclamado a la sociedad que asuma "los valores de la dignidad de la persona humana, de la laboriosidad, del amor a la familia, del respeto a la vida, del deseo de cooperación y de paz" y que "avive" el "compromiso por el bien común a favor, especialmente, de los necesitados".

En la misma línea, ha criticado el "excesivo individualismo" de la sociedad actual, en el que "hay quien parece incapaz de renunciar a nada en absoluto o a sacrificarse por los demás" y ha asegurado que "otra sociedad es posible" si se tiene presente "la resurrección de Cristo y la vida eterna".

Por ello, Julián Barrio ha instado a "no ocultar" el testimonio cristiano y ha afirmado que "el que haya valores que nada ni nadie puede manipular" es "la auténtica garantía de la libertad". "Aquello que hacemos a costa de otros no es libertad, sino una acción culpable que les perjudica a ellos y también a nosotros mismos", ha sentenciado.

Crisis como "tiempo de gracia"

Paralelamente, el arzobispo ha visto en los tiempos de crisis "tiempos de gracia" que ayudan a las personas a "dirigir la mirada hacia lo esencial" y a tomar "una nueva decisión, más allá del desaliento y la resignación".

"Sólo la fuerza espiritual de la verdad de Cristo puede ayudarnos a recuperar la confianza, porque la falta de confianza nos lleva siempre a la trivialidad", ha apostillado monseñor Barrio, que ha instado a "mirar a Dios" mientras la sociedad se encuentre en "el desierto cultural".

A la Ofrenda de Traslación de los restos del Apóstol Santiago, cuya Eucaristía se ha prolongado por dos horas, han acudido diversas personalidades de la vida social, política y militar de Galicia, entre los que se encontraban numerosos miembros del Ayuntamiento de Santiago y la práctica totalidad del equipo de Gobierno de la Xunta, con el presidente, Alberto Núñez Feijóo, a la cabeza.