El colectivo Stop Desahucios Gipuzkoa ha llevado a cabo una movilización en la sede central de Kutxa de San Sebastián para apoyar a una vecina de Errenteria que ha perdido su vivienda al intentar ayudar a sus padres, quienes no podían hacer frente a su hipoteca, así como para denunciar que personas como ésta han sido "tratadas como mercancía y humilladas" por la entidad.

Antes de realizar la acción, Stop Desahucios Gipuzkoa ha ofrecido una rueda de prensa en la que el portavoz del colectivo, Mikel Sánchez, ha criticado que Kutxa "se pavonea de su obra social, su Onkologiko y de ser la caja de ahorros de todos los guipuzcoanos" pero "la realidad es distinta".

En ese sentido, ha censurado que la entidad haya "especulado" y se haya enriquecido con el "pelotazo inmobiliario". Tras destacar su "nula sensibilidad" con los guipuzcoanos que atraviesan dificultades por la crisis, ha denunciado que muchas personas, como Mari Carmen Márquez, "han sido tratadas como mercancía y han sido humilladas por parte de directivos de Kutxa, que incluso le han amenazado con hacer pagar a sus hijos la deuda que le reclaman".

Sánchez ha explicado que esta vecina de Errenteria ha tenido que vender su casa para intentar evitar el desahucio de sus padres que hipotecaron su vivienda para ayudar a un hijo. En la actualidad, ella vive de alquiler, mientras sus progenitores, que son pensionistas con pocos ingresos, están próximos a quedarse sin domicilio.

Según ha señalado el representante del colectivo, Kutxa se adjudicó la citada vivienda "por un 60 por cien del valor, aunque había un comprador que ofrecía una cantidad superior". La Caja guipuzcoana reclama a Márquez una deuda de 200.000 euros por deuda pendiente más los intereses de demora y costas judiciales.

Stop Desahucios Gipuzkoa ha querido acompañar a esta mujer a "sacar las vergüenzas" a Kutxa y para demandar una respuesta a la propuesta que le hicieron mediante burofax, el pasado mes de noviembre, en la que solicitaban que se admitiera la dación en pago de la vivienda de los padres de Mari Carmen Márquez y les permitiera seguir viviendo en ella a cambio de un alquiler de 400 euros.

El colectivo, que había congregado a medio centenar de personas, se ha concentrado en la entrada de la sede central de Kutxa, donde han coreado lemas contra los banqueros y la "burbuja inmobiliaria". Los responsables de la entidad han impedido su entrada cerrando las puertas automáticas, lo que ha provocado que los clientes que se encontraban en el interior no pudieran salir.

Finalmente, tanto Márquez como un representante de Stop Desahucios Gipuzkoa han sido recibidos por un responsable de Kutxa, quien se ha comprometido a que la entidad se reunirá con ella para tratar este tema y buscar una solución.

La Ertzaintza ha acudido al lugar y ha identificado a dos responsables del colectivo, a los que se abrirá expediente por no haber comunicado la concentración.