Cáritas Diocesana de Teruel ha atendido en 2011 a un número mayor de familias y de transeúntes y han cambiado el tipo de ayudas porque tienen que atender necesidades básicas como el pago del alquiler o de la factura de la luz y han notado algunos cambios en el perfil del solicitante de ayudas.

Además, no creen que el que viene vaya a ser un buen año. Por eso, hacen especial hincapié en su campaña de Navidad que nos invita a 'Vivir sencillamente para que otros, sencillamente puedan vivir'.

A falta de cerrar la memoria de actividades de este año, el director de Cáritas en Teruel, Juan Marco ha destacado en rueda de prensa que en 2011 han atendido a 206 familias, mientras que el año anterior habían sido algo más de 100; en 2010 ayudaron a 900 transeúntes, frente a los 923 de este año. Además, en el año que está a punto de acabar han concedido 82 ayudas puntuales para cuestiones como pagar el alquiler o la factura de la luz algo que "hace dos años no ocurría".

Por eso, Marco ha asegurado que "la pobreza ha crecido en Teruel", pero además ha cambiado de cara: cada vez se atienden a más españoles y no sólo a inmigrantes como sucedía antes.

Además, ha apuntado que hay nuevos colectivos que requieren ayuda, como el caso del pueblo gitano, han pasado de 40 a 61 atenciones porque "lo están pasando, la venta ambulante no está funcionando bien y se está agravando su situación", ha dicho. También empeora la situación de algunas personas que "habían estado en la pobreza, consiguieron salir, pero con la crisis han recaído".

A estos datos negativos hay que añadir las malas previsiones para 2012. El director de Cáritas en Teruel considera que el próximo ejercicio será "un año duro" puesto que "no somos conscientes de la dureza que puede traer 2012, tenemos muchos interrogantes sobre cómo va a ser".

Por eso, han decidido cambiar la forma de trabajar de esta entidad que, a mediados de enero, tendrá cerrado el calendario de trabajo y el presupuesto de todo el año para "saber con qué contamos y con qué no", al tiempo que ha señalado que suplirán una previsible merma en sus recursos con el trabajo de los 340 voluntarios de Cáritas, 42 más que el año pasado, y sus 300 socios.

Entre tanta mala noticia, desde Cáritas han querido buscar "la única buena que ha dejado la crisis" y es que, "la solidaridad es la solución a los grandes problemas que tenemos". Así lo ha asegurado su delegado episcopal, Clemente Lucas quien ha insistido en la necesidad de echar una mano al que lo necesita "no sólo en Navidad, sino también el resto del año".

En esa necesidad de colaboración entre todos se enmarca su campaña de Navidad que lleva por título 'Vivir sencillamente para que otros, sencillamente puedan vivir" que, está acompañada de un decálogo para aprender a vivir con esa sencillez: no necesitar muchas cosas, tener más alegría en el dar que en el recibir, solidarizarte con los otros, trabajar para vivir y no vivir para trabajar y reconocer la dignidad de todos los seres humanos, son algunos de los consejos.

Desde que comenzara el mes de diciembre Cáritas ha desarrollado un buen número de actividades que, junto con el Banco de Alimentos les ha permitido recolectar 3.53 kilos de alimentos, el doble que el año pasado; también han recaudado 6.200 euros en el rastrillo de la ciudad de Teruel, han recogido regalos para 50 niños que esta Navidad tendrán un juguete o 36 sacos de dormir para personas sin hogar, además 135 jóvenes de la ciudad participaron en una cena solidaria que recaudaba fondos para esta entidad.