El presidente de Caixa Ontinyent, Rafael Soriano, ha señalado este jueves que la caja prevé cerrar el ejercicio 2011 con un resultado de 6,6 millones de euros, de los que 3,1 millones irán destinados a saneamientos y dotaciones, y ha defendido que la caja valenciana "tiene suficiente solvencia para continuar independiente".

Así se ha manifestado Soriano en una rueda de prensa convocada para realizar un balance del año, que "no ha respondido a las expectativas" de recuperación que vaticinaban los analistas y pasa el testigo a un 2012 que llega "con unas previsiones macroeconómicas nada positivas de entrada, pero que también deja un cierto margen al optimismo".

Durante su discurso, el máximo dirigente de Caixa Ontinyent ha detallado que el Consejo de Administración estudió este miércoles el cierre de 2012 y prevé acabar el año con un beneficio antes de impuestos de 3,5 millones de euros, lo que supone un 22 por ciento menos que el año anterior, así como con un ratio de morosidad del 5 por ciento y un coeficiente de solvencia "que supera en más de un 60 por ciento el mínimo legal".

Asimismo, concluirá el ejercicio con un incremento del 2 por ciento en recursos captados, un descenso del 3 por ciento en inversiones crediticias y "una óptima situación de liquidez, sin necesidad de fondos del Banco Central Europeo".

"Como veis, Caixa Ontinyent mantiene el negocio y los beneficios, no tiene tensiones de liquidez, controla la morosidad y aumenta progresivamente la solvencia; estamos satisfechos de nuestra gestión", ha agregado Soriano.

Obra social de la caja

Asimismo, el presidente de la caja ha incidido en que se ha mantenido a lo largo del año la aplicación social de los beneficios, con la inversión de 900.000 euros en una obra social que tiene en funcionamiento 27 centros culturales, asistenciales, docentes o sanitarios y que desarrolla más de 200 actividades anuales y beneficia a más de 125.000 personas.

En este sentido, ha lamentado que la reestructuración del sistema financiero llevada a cabo, "que todavía está en marcha y que ha comportado la práctica desaparición de las cajas de ahorros y una gran concentración de entidades", tiene como principal perjudicada a la obra social, y ha vaticinado que "apenas va a quedar algo de los 2.000 millones de euros que anualmente se destinaban a cultura, asistencia, educación, investigación y medio ambiente".

"que el 2012

Nos traiga alegrías"

No obstante, a pesar de que, según ha recordado, para el próximo año se prevé un descenso de la economía española, un aumento del paro y un "goteo continuado" de inversiones y más tensiones de liquidez en el sector financiero, ha querido brindar para que el 2012 "nos traiga alegrías, nos devuelva el optimismo y, sobre todo, nos dé las fuerzas necesarias para afrontar y superar esta crisis económica que cada vez se está haciendo más dura".

En el sistema financiero, por su parte, ha lamentado el "desprestigio social" que sufre tras una política de "inversiones agresivas" y "retribuciones millonarias para gestores y administradores de entidades que no son precisamente las más rentables" y ha resaltado que el reto ahora es "afrontar la nueva competencia ante la delicada situación económica de nuestro entorno".