La Obra Social de Caja Inmaculada ha aprobado una donación de 12.000 euros para la Hermandad del Refugio con el fin de ayudar a esta institución a hacer frente a sus actuales necesidades económicas y a atender sus programas de apoyo a la infancia y a las personas sin recursos.

Durante los últimos seis años, la Obra Social de CAI ha destinado a esta institución asistencial sin ánimo de lucro más de 145.000 euros, que le han permitido crear y mantener importantes servicios dirigidos a grupos sociales desfavorecidos, especialmente niños y transeúntes.

La Hermandad del Refugio desarrolla su labor en la capital aragonesa desde 1642, gracias al trabajo de la Comunidad de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl, una reducida plantilla de trabajadores y voluntarios.

En la actualidad ofrece el servicio 'Gota de leche', que proporciona atención fisiológica y dietética a niños de entre 0 y 14 meses de edad, cuyos padres no disponen de los recursos económicos mínimos. En los diez primeros meses de 2011, este servicio ha atendido a 237 niños.

Además, la Hermandad del Refugio también gestiona un centro de Educación Infantil de Primer Ciclo, dirigido a niños pertenecientes en su mayoría a familias desestructuradas o que se encuentran en el umbral de la pobreza.

Asimismo, esta Hermandad mantiene un servicio de estancias para transeúntes que está abierto todos los días. Cada año más de 1.500 personas sin techo, hombres cada vez más jóvenes, reciben apoyo, comida y ropa. Aproximadamente, la mitad de ellos son personas que acuden por vez primera, mientras que otros repiten necesitados de nuevo de su ayuda.

La Hermandad Refugio también es titular de la empresa Reinser (Refugio Reinserción SLU), creada en 1999, que ayuda a personas acogidas que se encuentran en desempleo con el fin de reincorporarlas a la vida laboral.

A lo largo de su trayectoria, la Hermandad ha recibido numerosos premios como el Inmortal Ciudad de Zaragoza del Ayuntamiento de Zaragoza (1975), la Medalla de San Jorge del Gobierno de Aragón (1991), la Medalla de Oro del Ayuntamiento de Zaragoza (1995), la Excelencia Profesional del Rotary Club de Zaragoza (2005) y el Aragoneses del Año de El Periódico de Aragón (1997).