Las rupturas familiares han descendido en Baleares un 17 por ciento en el tercer trimestre de 2011, al haber pasado de las 840 que hubo durante el segundo trimestre a un total de 691.

No obstante, según ha informado en un comunicado el Instituto de Política Familiar de Baleares (IPFB) basándose en los datos publicados por el CGPJ se ha detectado una "subida constante" de los divorcios en detrimento de las separaciones y en general dentro de las rupturas, las no consensuadas. En lo que llevamos de año 2011 ha habido 2354 rupturas, apuntan.

Así en Baleares nueve de cada diez rupturas son divorcios (95,70%), y tres de cada diez rupturas son sin consensuar. Por ello, la entidad ha propuesto la elaboración de una guía para orientar a los padres a la hora de afrontar su separación con la "madurez suficiente" y de una forma "pacífica y respetuosa" y asumiendo que de su actuación depende la estabilidad de sus hijos.

Además, recomiendan explicar de manera sencilla cómo afecta a los niños la ruptura, según la edad que tengan y la forma en que se esté desarrollando el proceso. Según ha remarcado el IPFB, la ruptura de la pareja suele ser "un proceso complicado y doloroso, especialmente para los más pequeños".

"Los niños son la parte más vulnerable de la familia y una ruptura mal orientada puede colocarles en una clara situación de riesgo, comprometiendo seriamente su estabilidad emocional y su proceso madurativo".

Así, ha señalado que los adultos son los responsables de evitar estas consecuencias, afrontando el proceso sin olvidar que el bien máximo a preservar son los hijos. Tras el fin de la convivencia, todos los miembros de la familia se enfrentan a situaciones nuevas y a distintos problemas que configuran una nueva vida a la que deberán adaptarse lo antes posible.