Si ha tenido la suerte de llevarse algunos de los euros de los 2.500 millones que se repartían este año en el sorteo extraordinario de Lotería de Navidad, cuando pase la euforia, tendrá que pensar qué hacer con el dinero.

Este año es muy conveniente que tenga en cuenta la reactivación del Impuesto sobre el Patrimonio, una novedad fiscal que introdujo el Gobierno del expresidente José Luis Rodríguez Zapatero y que podría restarle euros en caso de cobrar el premio antes del 2 de enero de 2012.

Según señala el diario Expansión,  la tributación de este impuesto se calcula sobre el patrimonio neto, es decir, sobre la declaración de todos los bienes, a la que se restan las deudas en el saldo medio del cuarto trimestre o a 31 de diciembre. Para obtener esta cifra, se elige siempre la más elevada.

El fin del Impuesto de Patrimonio era, según la anterior Ministra de Economía, Elena Salgado, evitar que los patrimonios medios graben a Hacienda.

También hay que tener en cuenta, que aunque los premios de la Lotería nacional está exentos del IRPF, si ese dinero se invierte, habrá que pagar los impuestos que genere sus rendimientos.

Expertos recomiendan no cobrar el premio ganado hasta finalizar el 2011 a pesar del riesgo que puede existir de robo. Esto no es aplicable para los afortunados que residan Madrid y Comunidad Valenciana, las dos únicas comunidades que, hasta el momento, no han reactivado el Impuesto en 2011.

La medida eleva el mínimo exento hasta los 700.000 euros por contribuyente y el mínimo exento para vivienda habitual hasta 300.000 euros, lo que supone doblar el existente hasta 2008.

Al premio habrá que sumarle el valor de la vivienda, que es el catastral, el de adquisición o el que tenga a efectos de impuestos, el más elevado. También tributan los planes de pensiones y las indemnizaciones por despido.

Si ingresaran el dinero del premio a partir de 2012, los ganadores podrán realizar previamente una planificación antes de rendir cuentas a  Hacienda. De este modo pueden barajar la opción de crear sociedades o empresas familiares, que podrían tener una bonificación del 95%.