El Supremo confirma la condena a 58 años de cárcel al acusado de asesinar a dos jóvenes homosexuales en Vigo

Ratifica la sentencia del TSJ de Galicia por el doble crimen de la calle Oporto
Sede del Tribunal Supremo
Sede del Tribunal Supremo
EUROPA PRESS
Sede del Tribunal Supremo

El Tribunal Supremo ha confirmado la condena a 58 años de cárcel que impuso el Tribunal Superior de Galicia (TSJG) a Jacobo Piñeiro por asesinar a dos jóvenes homosexuales en la calle Oporto de Vigo en 2006, según informaron fuentes del alto tribunal.

La Sala de lo Penal ha revisado este miércoles a puerta cerrada la resolución del Tribunal Superior de Justicia que consideró a Piñeiro culpable de dos delitos de asesinato y otro de incendio y desestimó el recurso que presentó su abogado al entender que la pena era "desproporcionada" e "injustificada".

Este tribunal rechazó aplicar a la condena las atenuantes de dilación indebida en el proceso, embriaguez y consumo de drogas y dictó una sentencia en la que encontraba "huérfano de fundamentación" el recurso interpuesto por la defensa.

El Tribunal Supremo ha adelantado el fallo y dará a conocer en los próximos días la resolución sobre este caso, de la que será ponente el magistrado Diego Ramos. Se trata de la segunda ocasión en la que este procedimiento llega al alto tribunal, que en junio de 2010 confirmó la decisión del Tribunal Superior de anular la absolución inicial de Piñeiro por un jurado popular y repetir el juicio.

"escalofriante e inhumana agresión"

Los hechos por los que Jacobo Piñeiro fue condenado ocurrieron en julio de 2006 en un piso de la viguesa calle Oporto. Según se considera probado en la sentencia de la Audiencia Provincial, los jóvenes Julio Ánderson Luciano e Isaac Pérez Triviño recibieron un total de 57 puñaladas por parte de Piñeiro, quien posteriormente prendió fuego a la vivienda.

La Audiencia Provincial de Pontevedra emitió una sentencia en la que reprochó el "ánimo particularmente perverso" del autor confeso del crimen.

"Estamos ante todo un lujo de barbarie, ante una escalofriante, inhumana y atroz agresión, merecedora pues de la máxima sanción", dijo sobre la muerte de Julio, mientras que respecto a la de Isaac añadía que el asesino no detuvo la "descomunal agresión" con las primeras puñaladas, sino que continuó cuando la víctima "ya no representaba un peligro real".

La sentencia también evidenciaba el riesgo del incendio que causó Piñeiro, quien provocó una situación "potencialmente idónea" para que se propagase el fuego por el inmueble y se originase una explosión —ya que dejó abierta la espita del gas—.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento