Cáritas Diocesana de Huesca ha incrementado su gasto en ayudas directas un 750 por ciento en los últimos cuatro años, pasando de 12.000 euros en 2007 a 150.000 en 2011. En este último año, el aumento ha sido del 30 por ciento, unos 30.000 euros.

Con estos datos se pone de manifiesto que lo peor de la crisis no ha pasado, sino que la situación de determinadas personas y familias es realmente difícil, según ha apuntado hoy en rueda de prensa el secretario general de Cáritas Huesca, Jaime Esparrach, quien ha asegurado que no ha crecido el número de usuarios atendidos sino su nivel de pobreza.

Esparrach ha indicado que "el número de personas atendidas no ha crecido en la misma proporción, no es que haya un 30 por ciento más de gente atendida este año que el año pasado, sino que la situación de la gente que atendemos cada vez es peor".

Ha agregado que "seguimos atendiendo a unas 1.300 personas, pero el problema está en que se acaba el paro y el subsidio y eso supone aumentar el dinero para poder atenderles".

Además, Cáritas también se ha visto obligada a duplicar el montante total de las becas de asistencia a proyectos propios. Antes, estas becas iban dirigidas a incentivar la participación de los ciudadanos a los proyectos, ahora se han convertido en ayudas de primera necesidad. En lo que va de año han repartido 150.000 euros a través de estas becas.

Ante esta situación, Cáritas ha lanzado un año más su campaña de Navidad que no contempla actos especiales, sino concienciar a los ciudadanos de la importancia y la necesidad de cambiar el sistema de consumo y, en definitiva, de valores. Con el lema 'Vive sencillamente para que otros, sencillamente, puedan vivir' incitan a que la ciudadanía cuestione sus posturas personales y colectivas respecto al consumo, la sostenibilidad y la utilización de recursos.

El cartel de la campaña en Huesca invita a pararse en medio de tanto ajetreo navideño y poner en marcha cuatro ideas, reducir el consumo y los prejuicios, reutilizar las cosas y s valores, reciclar objetos y la esperanza y repartir todo con quienes menos tienen, ha detallado Esparrach.