Cuando llegó la Policía, el menor, ecuatoriano, estaba llorando en un balcón y les dijo que tenía mucho miedo. Uno de los agentes accedió a través de la galería hasta el domicilio, un sexto piso, trepando. Una vez en el piso, trató de calmar al chico, que sufría un arrebato de ansiedad.

La Fiscalía de Menores de Alicante ordenó, tras una evaluación, que fuera ingresado en el Hogar Provincial de Alicante.

Más tarde, los agentes consiguieron localizar a la madre, quien fue detenida por abandono familiar.