El presidente de la CVE reconoce que la racionalización de recursos le lleva a replantearse el Palacio de Congresos

El presidente de la patronal vallisoletana advierte de que ha pasado la época de los "edificios icónicos" y reclama un nuevo modelo económico
Manuel Soler, Presidente De La Confederación Vallisoletana De Empresarios
Manuel Soler, Presidente De La Confederación Vallisoletana De Empresarios
EUROPA PRESS
Manuel Soler, Presidente De La Confederación Vallisoletana De Empresarios

El presidente de la Confederación Vallisoletana de Empresarios (CVE), Manuel Soler, ha reconocido hoy que la actual situación de crisis y la consiguiente necesidad de "racionalizar" recursos le ha llevado a dudar de la idoneidad de seguir adelante con la construcción de un Palacio de Congresos en la ciudad, proyecto defendido a ultranza por el alcalde, y en tal sentido ha advertido de que la época de los "edificios icónicos" ha pasado a mejor vida y debe ser sustituida por la política de la contención.

"Es necesario repensar el proyecto", ha enfatizado Soler, quien, durante el análisis realizado del año que llega a su fin, "para olvidar", y de las perspectivas del entrante, "de transición y de ruptura radical con el modelo actual", ha hecho públicas las dudas de la patronal sobre la rentabilidad y viabilidad de un Palacio de Congreso, máxime cuando, como así ha criticado, desconoce aún la existencia de un "plan de negocio serio, pues se trata de una instalación de tipo público que se va a hacer con fondos públicos, que actualmente son un recurso escasísimo".

Así, sin mostrarse abiertamente en contra de su ejecución, Soler, en declaraciones recogidas por Europa Press, sí ha resaltado que uno de los principales problemas puede ser, una vez construido, el de los costes de mantenimiento, de ahí que, en ese contexto demandado de contención del gasto de las administraciones, se ha postulado en favor de huir de las grandes inversiones públicas y de "repensarlo todo, desde este proyecto hasta el Valladolid Arena".

En cualquier caso, el presidente de la CVE está convencido de que Valladolid "ha llegado tarde" a la moda de los palacios de congresos, en referencia a distintas provincias de Castilla y León que cuentan con este tipo de infraestructuras. "Como otros tienen palacio de congresos, ¿tenemos que empeñarnos en que nosotros también?, pues yo creo que no", ha apuntado.

Pero además, el máximo responsable de la patronal vallisoletana ha a hecho un paralelismo, pero a la inversa, en materia de aeropuertos, donde ha declarado, sin dudarlo, que "la racionalidad lleva a que el aeropuerto de la Comunidad sea el vallisoletano. ¡Todo lo demás son concesiones al provincianismo, ni más ni menos, y punto!"

Críticas a la junta

Durante el análisis del modelo económico pasado, Soler también ha extendido sus críticas a la propia Junta de Castilla y León tras recordar que la construcción de la nueva sede de Las Cortes disparó el presupuesto inicial de los 40 a los 70 millones, así como otros edificios levantados durante esos años en los que ha habido "barra libre" para crear grandes inmuebles.

"Creo que hay que dar un carpetazo a todo eso", ha defendido el presidente de CVE, convencido de la necesidad de que las administraciones públicas no sean las protagonistas de la actividad económica sino la iniciativa privada.

Además, Soler considera de vital importancia dar respuesta a una serie de cuestiones que afectan al futuro de Valladolid, tales como el diseño de una ciudad mucho más sostenible y cómo se integran en ella las nuevas tecnologías, las energías renovables o la Biotecnología, además de cómo es posible revitalizar su centro histórico, entre otras.

Por lo que respecta a las perspectivas de 2012, el representante de la CVE se ha mostrado "prudentemente optimista", siempre y cuando se acometa la reforma laboral pendiente de forma inmediata, en la que, entre otras medidas, se supriman las ayudas o subvenciones a la contratación, "que distorsionan el mercado y la competencia", y se abaraten los despidos.

En este último sentido, se ha declarado ferviente seguidor del sistema de "flexiseguridad" impuesto hace años en los países nórdicos, en especial en Dinamarca, donde antaño el coste por despido era muy gravoso para el empresario y ahora el sistema ha sido cambiado por otro en el que la patronal no paga ni un euro de indemnización y a cambio el despedido goza de un mayor nivel de protección social.

"Estamos hablando de países en los que las cifras del desempleo están en el 4, 5 ó 6 por ciento, es decir, un paro que podría calificarse como de estructural", ha destacado Soler.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento