British American Tobacco (BAT) apuesta porque se produzca un aumento "progresivo" de la fiscalidad del tabaco en las islas Canarias, pero siempre garantizando su "diferencial competitivo" con la península.

El director de Asuntos Corporativos de British American Tobacco, Juan José Marco, explica en una entrevista a Europa Press que tanto al sector como a la Administración canaria le interesa un aumento progresivo de la fiscalidad que evite la actual guerra de precios y que, además, conlleve una mejor recaudación de impuestos para el Gobierno de Canarias.

Marco considera que el mercado en las islas no puede ir de "regalar el tabaco", por una mera cuestión de salud pública, pues un precio más elevado pone obstáculos al acceso juvenil al consumo de cigarrillos.

Calendario de subida impositiva a 5 o 6 AÑOS

La línea de la que es segunda tabaquera mundial y cuarta en las islas es la de marcar un calendario "por ejemplo a 5 o 6 años" en el que se establezca esa subida progresiva de la parte fija de los impuestos, el pago por cada 1.000 cigarrillos. Y es que existe un amplio margen para Canarias entre los 9 euros actuales y los más de 110 de península.

La cantidad a alcanzar ya sería un asunto de la negociación, que para British American también debería plantear la eliminación del impuesto que grava un porcentaje de la venta.

Ese impuesto, explica Marco, es un "verdadero quebradero de cabeza para el recaudador en un mercado como el canario donde el precio de venta está liberalizado y nadie respeta el P.V.P. del fabricante". Por ello, su apuesta es por un IGIC del 20 por ciento (como el actual) y un fijo más alto para acabar con cajetillas a 75 céntimos, que sólo en Canarias se pueden llegar a encontrar. CONTRABANDO

Además, Marco explica —citando un estudio de Ipsos— que el 37 por ciento del tabaco de contrabando en península procede de Canarias, un porcentaje que ha aumentado en el último año y que perjudica claramente la recaudación nacional.

Por ello, Marco cree que Canarias debe cambiar su modelo fiscal porque, desde que en algún momento el control del fraude por parte del Gobierno central aumente, la recaudación que ya apunta a la baja por la guerra de precios se acrecentará por este motivo.