Imagina que tienes la suerte de ser millonario. Lo que tantas y tantas veces has soñado se hace realidad, y una mañana te levantas con la cartera llena. Tu décimo de lotería de Navidad ha resultado premiado con miles de euros. En un momento de felicidad absoluta y, todavía sin digerir la noticia, alguien llama a tu puerta ofreciéndote aún más dinero del que has ganado a cambio de tu boleto premiado, ¿lo aceptarías?

Esto fue precisamente lo que le ocurrió a Esteban (nombre ficticio). Un día después de ganar 30.000 euros en la lotería, aún con la resaca del festejo, una persona desconocida le ofreció 3.000 euros más a cambio de su décimo premiado.

Esteban no se encontró ante un gran dilema: "No le dí muchas vueltas al asunto. El dinero lo iba a destinar a una reforma en mi casa y no me lo pensé dos veces. Eran 3.000 euros más" cuenta.

Un intermediario entre Esteban y el destinatario final fue el encargado de hacer el cambio: billete premiado por dinero en metálico, así de simple y rápido. Apenas en un par de días ya se había hecho el trámite.

"Yo nunca tuve contacto con la persona que se llevó mi décimo. Jamás vi su rostro, pero sí sabía a qué se dedicaba" asevera Esteban.

Blanquear dinero proveniente del narcotráfico era el fin del nuevo millonario. Esteban tenía sus 3.000 euros de más, pero había dejado de ser ganador, algo que su conciencia nunca terminó de asimilar: "Después reaccioné. No podía dormir por la noche pensando que me había lucrado con el mal de otra persona" asegura.

"No es que esta historia tenga un final feliz, no estoy orgulloso de ello, pero todo ese dinero adicional que recibí lo doné a un centro de ayuda contra la drogadicción", concluye.

Nuevos millonarios como Esteban son una vía fácil para aquellas personas que intentan blanquear dinero negro. El sindicato de Técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha) alerta de las posibles consecuencias que puede tener para los premiados canjear sus billetes de lotería por más dinero. Y es que vender la suerte puede conllevar un grave delito, dependiendo de la cantidad, que podría ser penado incluso con cárcel.

"Es una grave infracción tributaria. La venta en sí no constituye ninguna infracción, una persona puede ceder a otra ese boleto de lotería, lo que está castigado es que esa operación sirva para blanquear dinero" explica José María Mollinedo, secretario general de Gestha.

Los delitos fiscales que se incurren al tener un patrimonio que no se puede justificar pueden tener una pena de prisión de 1 a 4 años, además de una multa del 100% del importe de la cuota dejada de ingresar, multiplicada por seis.

En el caso del blanqueo de capitales, la pena de cárcel puede oscilar entre seis meses y seis años, y la multa estaría entre el 100% y el 300% del valor blanqueado.

Si el juez no imputara un delito puede haber infracciones de tipo leve, grave o muy grave, con multas que van desde 3.000 euros como mínimo (en el caso de las leves) o 30.000 eurosen adelante (en infracciones muy graves).

Según Gestha, la cantidad que se suele dar a cambio de un décimo premiado suele ser de entre 10 y un 15% más del dinero ganado.

Mollinedo explica que el fin de vender lotería es "ocultar el origen ilícito de un dinero para evitar las consecuencias penales. Si esa cuantía supera los 120.000 euros estaría próxima a cometer un delito fiscal, si es menor será una infracción tributaria".

"Lo hemos visto ahora en un caso muy notorio, el de Juan Antonio Roca. Esta persona ha admitido ante el juez que ha comprado numerosos boletos de lotería premiada, y lo estaba ingresando en sus cuentas corrientes".

Los familiares del exasesor de Urbanismo del Ayuntamiento de Marbella, principal imputado en el caso Malaya, percibieron en seis meses un total de 646.033,19 euros por premios de la lotería y cupones de la ONCE , según el informe policial.

Otro caso conocido es el de Carlos Fabra. Según las investigaciones realizadas al expresidente de la Diputación de Castelló la suerte llegó a su hogar hasta en cuatro ocasiones entre los años 2000 y 2004.

Más curiosa y afortunada es la historia del exalcalde de Santa Cruz de Tenerife, Miguel Zerolo. En 2001 ganó de forma consecutiva la Lotería de Navidad y del Niño con 145 décimos premiados.

En cuanto a si la crisis está incidiendo en este tipo de práctica ilegal, el secretario de Gestha afirma que no está afectando de manera significativa al blanqueo de capitales, normalmente "los actores a los que le interesa el blanqueo de capitales suelen ser de dos tipos: el empresario o administrador de una sociedad que quiere blanquear su actividad en B, o del otro tipo que procede de una actividad ilícita, corrupción o tráfico de armas, o cualquier otro delito similar".

Al haber más economía sumergida aumentan las tasas pero no el volumen económico en millones de euros. "El sector de la contrucción y promoción inmobiliaria es que el aportó más fraude en años anteriores: 8.600 millones de euros de evasión fiscal entre 2008 y 2009", sin embargo admite que la cantidad ahora es menor.

Gestha cree que existe una forma de investigar a los premiados y evitar así este tipo de fraudes: "Venimos reclamando al Ministerio de Economía y Hacienda que podamos pedir a las oficinas bancarias el listado de las personas que han solicitado ese dinero. Esto actualmente no se hace, y así se propicia que haya personas que quieran blanquear dinero".