Sucedáneos

A bote pronto: la maleza se come las aceras y caminos del Canal.
Una mierda de tres toneladas de plástico riega los suelos después del festival Valladolid Latino. La mitad de España es zona de alto riesgo forestal (la otra, no; no quedan árboles)... Hablo de una modernidad anacrónica, una modernidad desaforada, de western, caótica, incoherente, hormigón duty free en Arroyo, polvo, gasolina y el barullo de un tráfico inútil, como si hubiera que borrar el silencio de la faz de la Tierra. Pienso, pero a lo mejor es sólo cosa mía, que aquí todo lo que no es humano resulta penoso en su poquedad y abandono. Y de lo humano, habría mucho que decir. Al fin y al cabo es de justicia el hecho de que los que vivimos entre deshechos nos tratemos a nosotros mismos como deshechos. Una justicia superior que igual el destino de los verdugos y el de la víctima: esta naturaleza boqueante. Aunque, a decir verdad, aquí no hay naturaleza ni cultura, sino una negación salvaje de las dos. Y tal vez algún sucedáneo, alguna catalpa, algún botellón.
Mostrar comentarios

Códigos Descuento