La familia de Miguel Montes Neiro, considerado el preso más antiguo de España, se ha mostrado "muy contenta" e "ilusionada" tras conocer que el Consejo de Ministros le ha concedido este viernes un indulto parcial y confía en que salga cuanto antes del Centro Penitenciario de Albolote (Granada) para poder estar "todos juntos" estas navidades.

Así lo ha señalado a los periodistas Encarnación Montes Neiro, hermana del indultado, a las puertas de la Audiencia de Granada, donde se ha desplazado con su abogado con la esperanza de que la concesión del indulto llegue este mismo viernes a fin de poder conocer sus términos exactos.

"No tengo palabras, nunca habíamos perdido la esperanza y confiamos en que salga hoy mismo para ir a buscarlo", ha relatado Encarnación Montes. Visiblemente emocionada, ha relatado a los medios lo "mucho que ha sufrido" su hermano durante estos años para conseguir la libertad, ya que lleva enlazando condenas desde 1996 y si no fuera por el indulto de este viernes no liquidaría su condena hasta 2021.

"Él siempre nos ha faltado y este año estaremos toda la familia juntos" porque "vuelve el hijo pródigo", se ha congratulado Encarnación.

Por su parte, el abogado de Montes Neiro, Félix Ángel Martín, ha explicado que se le han concedido dos indultos parciales que tienen que "llegar a la Audiencia para que se practique la liquidación de la pena", asunto que compete a la Sección Segunda.

"La idea es que le apliquen uno de los indultos a la pena que actualmente está cumpliendo, con lo que la declararía extinguida y el otro indulto iría dirigido a la pena que aún tiene pendiente".

El letrado confía en que los indultos hayan sido concedidos en estos y no en otros términos, de modo que su cliente pueda "salir a la calle", si bien no ha podido concretar el plazo de estos trámites, ya que "depende de la Audiencia", quien posteriormente deberá remitir su decisión a la prisión granadina.

En una opinión más personal sobre este caso, Félix Ángel Martín ha considerado que la "Justicia ha sido demasiado dura y desconsiderada", abogando por la necesidad de que se haga un tratamiento global de las penas y sin olvidar que la función del ingreso en prisión es la reinserción.