Maneras de viajar esta Navidad

  • Desde Rovaniemi, cuna de Papa Noel, hasta Marrakech, donde no se celebran estas fiestas.
  • Destinos navideños y antinavideños, porque en estas fechas los alérgicos a las luces también cuentan.
Centro histórico de Fráncfort.
Centro histórico de Fráncfort.
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Centro histórico de Fráncfort.

Además de Canarias y Andalucía, destinos siempre demandados en estas fechas, y de las atractivas estaciones de esquí, hay otras muchas opciones para pasar los días de Navidad.

Tanto quienes quieran disfrutar de estas celebraciones cristianas paseando por ciudades decoradas al más puro estilo tradicional como aquellos que busquen la huida total de las luces y los árboles tienen buenas opciones.

Desde la capital de la Navidad por excelencia (con permiso de Praga), Estrasburgo, hasta la lejana Antártida, pasando por otros destinos como la enigmática Isla de Pascua.

Navideños

Estrasburgo (Francia). Hasta tal punto llega el clima navideño en Estrasbugo que la ciudad es conocida como 'La capital de Noel'. El mercadillo que por estas fechas se puede visitar es de una belleza especial.

Situado en el centro histórico (Patrimonio de la Humanidad), en torno a la impresionante catedral gótica (en cuya portada derecha está la escena del seductor de vírgenes necias) y en medio de otros importantes edificios históricos, se ubican los puestos. Tras la visita al mercadillo, una buena idea es recorrer el centro en bicicleta o en minitranvía (es.franceguide.com).

Rovaniemi (Finlandia). La capital de Laponia, situada en el Círculo Polar Ártico, es el destino perfecto para viajar con niños: aquí es donde Papá Noel guarda los regalos y donde los niños podrán conocerlo directamente.

Pero no es este el único atractivo: se trata de uno de los destinos más naturales y exóticos de Europa, con reclamos tan interesantes como paseos a través de los nevados bosques lapones en trineos tirados por huskies o pequeños cruceros por grandes lagos helados en motos de nieve (visitrovaniemi.fi).

Fráncfort (Alemania). Tiene uno de los mercadillos de Navidad más hermosos y antiguos de Europa, ubicado en la plaza central de Römerberg, en el que además de artesanía y adornos se ofrece música y exquisiteces de la zona. Otros motivos de visita nos los da la Casa de Goethe, el Museo Städel y la Torre de Goethe.

Y si aún queda tiempo: un recorrido turístico en el tranvía Ebbelwei-Express, acompañados de música, rosquillas y sidra, que para eso es la bebida nacional de Fráncfort (germany.travel/es/index.html).

Viena (Austria). El poderío navideño se adueña de la ciudad del vals en estas fechas. Los mercadillos constituyen uno de los principales reclamos de Viena, que ha vuelto a ser elegida como la ciudad donde mejor se vive del mundo por tercera vez consecutiva (según el estudio Mercer).

El mercadillo más importante es el Christkindlmarkt, en la plaza del Ayuntamiento. El famoso Concierto de Año Nuevo de la Orquesta Filarmónica de Viena es una de las grandes razones a tener en cuenta a la hora de escoger este destino (wien.info/es).

Antinavideños

Marrakech. Ni es caro ni está lejos y es uno de los destinos exóticos que más nos distancia de las luces navideñas.

Los Jardines Majorelle, la Menara, el Palmeral, la Madrasa de Ben Youssef, la medina y plaza de Jemaa El Fna, su multitud de zocos, sus hammam..., en fin, una propuesta llena de posibilidades. Y si la energía es la protagonista, entonces tal vez sea una buena opción hacer una excursión en 4x4 por el desierto (marrakech.travel /es/ html/inicio).

Antártida. Esta zona, una de las pocas vírgenes que quedan en el mundo, puede conocerse realizando un crucero desde el que admirar icebergs, glaciares… Tuareg Viajes es una de las agencias especializadas en ello, y para el 20 de diciembre ofrece una salida.El viaje dura 11 días, y la propuesta es llegar a las islas Shetland del Sur y la península Antártica en barco.

Isla de Pascua. Navidades al sol en la isla habitada más remota del mundo (llamada Rapa Nui por sus antiguos habitantes) es la alternativa perfecta para los frioleros alérgicos a las celebraciones navideñas. Pese a su nombre, no tiene nada que ver con la Navidad, pues este se debe a que fue descubierta el día que se celebra la Resurrección de Cristo. Este parque nacional (declarado Patrimonio Mundial) tiene innumerables encantos, como playas de arena rosa, volcanes y praderas para recorrer a pie o a caballo, flora y fauna marina para descubrir buceando y, por supuesto, los más de 300 moais (cabezas escultóricas de piedra volcánica) (chile.travel/es/donde-ir/islas/isla-de-pascua).

Alejados del consumismo

El pequeño y pintoresco pueblo al norte de Francia Pont Aven es la escapada perfecta si el objetivo es disfrutar de unas Navidades alejadas de las grandes urbes, el consumismo disparatado de estas fechas y los destinos más exóticos. En Pont Aven, lugar en el que se asentó Gauguin cuando empezó a ser conocido, la oferta es sobre todo artística: más de 15 galerías de arte. Sus 14 molinos, sus puentecitos atravesando el río Aven y sus pocas casitas contribuyen a un paisaje que parece sacado de cuento. Eso sí, no de Navidad.

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