Los tres acusados de la provincia cordobesa por su implicación en la 'Operación Colesterol', con la supuesta distribución de aceite de oliva fraudulento, serán juzgados este jueves en la sección segunda de la Audiencia Provincial de Córdoba, después de que se aplazara la apertura de juicio oral a mediados de septiembre.

Al respecto, el fiscal solicita imponer un total de 27 años de cárcel y multas de 8.760 euros para los tres acusados de participar en la citada operación, iniciada en 2006 en el ámbito nacional por la supuesta distribución de cientos de miles de litros de aceite de oliva fraudulento y en la que se detuvo a más de diez personas relacionadas con los hechos.

En este sentido, según recoge la calificación fiscal a la que ha tenido acceso Europa Press, el Ministerio Público ha pedido la apertura de juicio oral y les acusa de delito continuado de estafa, por el que procede imponer a cada uno de los acusados la pena de ocho años de prisión y 24 meses de multa con una cuota diaria de 12 euros; así como de delito de publicidad engañosa, por el que pide la pena de un año de prisión y la publicación de la sentencia en los periódicos oficiales.

De igual modo, la Fiscalía solicita la inhabilitación especial para profesión, oficio, industria o comercio relacionado con la elaboración y venta de aceites comestibles durante el tiempo de la condena a cada uno de ellos.

En concreto, los tres detenidos en las localidades cordobesas de Baena y Lucena e identificados con las iniciales F.A.M., J.M.A.M. y J.J.C.J., formaban parte de una trama que se dedicaba a vender como aceite de oliva un producto que contenía entre un 70 y un cien por cien de aceite de girasol.

Las investigaciones se iniciaron a raíz de unas denuncias de personas del sector en distintas provincias españolas, así como por unos controles realizados por consejerías de Agricultura, Pesca y Alimentación y de Sanidad de distintas comunidades autónomas.

El envasado de estos aceites se producía en lugares de las provincias andaluzas de Jaén y Córdoba y en Cataluña y zona de Levante se distribuían a través de unas 15 marcas distintas por dos vías diferenciadas: la principal mediante regalos que se entregaban en viajes promocionales en autocar y por otra parte se comercializaba en pequeños establecimientos o bodegas. También fue desmontada una red de distribución de algunos aceites a través de Internet.