Un jurado popular declara culpable al acusado de matar a una niña en Vallecas

  • Aunque retiran la acusación de agresión sexual por falta de pruebas.
  • Los hechos ocurrieron en 2009 en el domicilio de la menor, donde el acusado vivía de alquiler en una habitación.
Una ambulancia delante del domicilio de la menor el día que ocurrieron los hechos.
Una ambulancia delante del domicilio de la menor el día que ocurrieron los hechos.
Una ambulancia delante del domicilio de la menor el día que ocurrieron los hechos.

Un jurado popular declaró este miércoles por la tarde culpable de asesinato al hombre que en 2009 mató con un cuchillo de cocina a una niña de 12 años en el piso de Vallecas en el que la madre de la menor le había alquilado una habitación, según informaron fuentes jurídicas.

Tras alrededor de dos horas de deliberación en la Audiencia Provincial de Madrid, después de que esta mañana finalizara el juicio a Larquin R.B., el tribunal ha decidido por unanimidad su veredicto de culpabilidad.

Por la mañana, la Fiscalía rebajó de 23 años y seis meses a 20 años de cárcel su petición de pena para el acusado al considerar que no hay pruebas de que intentara abusar sexualmente de la niña.

En la última sesión del juicio celebrada este miércoles en la Audiencia Provincial de Madrid a Larquin R.N., que reconoce que asesinó a la niña, el fiscal explicó en sus conclusiones que el móvil del suceso fue "probablemente" sexual, pero que no hay pruebas que lo demuestren.

Los hechos ocurrieron el 25 de julio de 2009 cuando, según la Fiscalía, el procesado, de nacionalidad dominicana al igual que la víctima, entró en el piso, situado en la calle de Pico Cejo (Puente de Vallecas), donde había alquilado una habitación a la madre de la menor una semana antes.

En ese momento la niña estaba sola y el acusado cogió un cuchillo de cocina de unos 20 centímetros de largo y se lo clavó en el tórax ocasionándole la muerte.

Consumió alcohol y drogas

Larquin reconoció en el juicio que había matado a la niña, pero dijo que no recuerda bien lo que pasó porque había consumido alcohol y cuatro gramos de cocaína, algo que su defensa ha solicitado que se tenga en cuenta como atenuante.

"Cometí el error, estoy pagando por lo que hice pero no sé por qué lo hice. Daría mi vida por quitar el dolor a esa madre", destacó el acusado en su declaración el pasado lunes.

En la sesión de este miércoles también  intervino una vecina que escuchó los gritos de la niña pidiendo auxilio y acudió a ver qué pasaba, momento en el que se encontró con el procesado, que salía del domicilio de la víctima con la ropa manchada de sangre y que se fue andando "tranquilamente".

Al día siguiente de los hechos, el acusado -que lleva en prisión preventiva desde el 28 de julio de 2009- se entregó en una comisaría de Zaragoza.

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