Honda Crosstourer, una potente moto repleta de tecnología

Las motos de gran cilindrada han notado como las que más el descenso en las ventas de estos últimos años, aunque también es cierto que las maxitrail son las que mejor aguantan tan mala situación.

Lejos de resignarse, Honda quiere hacerle sombra con una trail repleta de tecnología que además de beneficiarse del motor de la VFR 1200 F, incluye la segunda generación de la transmisión de doble embrague. Este cambio tiene la posibilidad de volver al modo automático sin intervención alguna por parte del conductor tras haber pasado al modo manual puntualmente.

Además de la segunda generación del sistema DCT, que recordemos usa un embrague para la 1ª, 3ª y 5ª marcha y otro para la 2ª, 4ª y 6ª, logrando así unos cambios de marcha muy rápidos, suaves y fluidos, la nueva Crosstourer también destaca por su seguridad.

En primer lugar, equipa el control de tracción TCS, un sistema que monitoriza la velocidad de la rueda trasera y cuando detecta que gira demasiado rápido y hay riesgo de deslizamiento reduce la potencia del motor para mantener la tracción y el control de la situación.

Asimismo vemos en ella el novedoso sistema C-ABS de Honda encargado de reducir momentáneamente la presión hidráulica aplicada al freno de la rueda que está a punto de bloquearse y distribuir la fuerza entre ambos frenos de forma óptima, mejorando con ello el rendimiento de un ABS tradicional.

Su motor, un portentoso V4 de 1.237 cc, es el mismo que la VFR 1200 F pero con mayor capacidad de empuje a bajo y medio régimen y menos potencia arriba (127 cv), pensando en este caso en adaptarse lo mejor posible a las exigencias de los largos viajes y a la sensación de control y de confort a sus mandos.

Para lograrlo se han rediseñado los árboles de levas y revisado los tiempos de distribución, con lo que, también gracias al sistema de gas electrónico Ride by Wire, el motor responde con gran precisión a lo que el conductor le pide, sin sobresaltos.

Naturalmente su condición de trail de gran cilindrada pone el resto puesto que también conlleva muchas otras ventajas a nivel de confort, como el largo recorrido de las suspensiones para absorber mejor los baches, el ancho manillar para controlar más fácilmente los movimientos de la rueda delantera, o el asiento, que en casos como éste es prioritario que sea mullido y ergonómico.

Habrá que ver cuáles son sus consumos, cómo se ha resuelto la protección aerodinámica y si el tacto del cardán está, como suponemos, a la altura de sus rivales.