Saltarse el semáforo en la capital no es buena idea. No solo por el peligro que conlleva, sino también por el bolsillo.

El Ayuntamiento de Madrid ha extremado la vigilancia en los cruces, al colocar nuevas cámaras preparadas para cazar (y multar) a los conductores que rebasen los semáforos en rojo.

Este lunes comenzaron a funcionar (y a imponer sanciones) 11 nuevos dispositivos en otros tantos cruces peligrosos (ver gráfico), que se suman a los 15 controles que actúan a pleno rendimiento desde 2009.

El funcionamiento de estas cámaras es similar al de los radares: cuando un vehículo pasa el semáforo en rojo, se activa una cámara que toma una foto al infractor y se tramita una multa que llega a casa del conductor. Conlleva una sanción de 200 euros y la pérdida de cuatro puntos del carné.

El Consistorio sostiene que se ha logrado "reducir la velocidad y los accidentes" en los puntos donde ya están implantados estos dispositivos. Además, en 2012 tienen previsto ampliar las cámaras a 18 zonas más de la capital.

Sin embargo, los conductores sospechan que la intención municipal con estos controles "es más recaudatoria que preventiva", según Mario Arnaldo, de Automovilistas Europeos Asociados.

Según sus estimaciones, los semáforos que más multan están situados en los cruces de Islas Filipinas, la Castellana (Cuzco y Santiago Bernabéu), avenida Logroño, avenida de la Ilustración y Camino de Vinateros.