Cruz Roja Española pone en marcha este lunes en Sevilla una campaña de sensibilización con la que, durante los próximos meses, tratará de rescatar "del olvido la tragedia humanitaria" que se está viviendo en el Cuerno de África, que afecta ya a 14 millones de personas en países como Somalia, Kenia, Etiopía y Djibouti.

Bajo el título 'Hambre en la abundancia' y el lema 'La alimentación, derecho universal', la iniciativa ha sido presentada este lunes en el Rectorado de la Universidad de Sevilla en un acto en el que han intervenido la presidenta provincial de Cruz Roja en Sevilla, Amalia Gómez, el alcalde del Ayuntamiento de Sevilla, Juan Ignacio Zoido; el rector de la Universidad Hispalense, Joaquín Luque; y el embajador de la campaña, Juan Antonio Ruiz 'Espartaco'.

Una exposición, una web ('www.hambreenlaabundancia.com') y diversas actividades de concienciación en centros educativos, asociaciones y otros espacios de diversa índole dan forma a una propuesta que cuenta con la colaboración del ganadero sevillano y el respaldo público.

El principal objetivo de esta iniciativa pasa por sensibilizar sobre una crisis humanitaria que, "lejos de mejorar, continúa agravándose". Así, señala que el número de niños menores de cinco años con malnutrición severa se ha duplicado desde marzo, han aumentado las regiones en las que se ha declarado la hambruna y "no cesa" el flujo constante de personas, sobre todo de Somalia, que se ven obligadas a abandonar sus hogares y tratan de buscar una esperanza de supervivencia en los países vecinos, sobre todo en Kenia y Etiopía.

"La sequía, problemas graves en los cultivos, pérdidas de ganado muy elevadas, el incremento de precios de los combustibles, que provocó la subida del precio de los alimentos, la situación general de inseguridad alimentaria y las guerras recurrentes son las principales razones de que una situación ya desesperada se haya convertido en algo aún peor en muchas partes del Cuerno de África", añade, tras señalar el "desigual, injusto e ineficiente" reparto de recursos del planeta, que provoca que, pese a que contamos con alimentos para dar de comer a 12.000 millones de personas, más de 1.000 millones de habitantes de los 7.000 que pueblan el mundo "se acuestan con hambre cada día".