El presidente de la Confederación de Autónomos de Baleares (CEAT), Josep Oliver, ha atribuido la "sangría" en el número de afiliados en el régimen de autónomos en Baleares a la "elevada" presión fiscal, la cual favorece, a su entender, el crecimiento de personas que realizan su actividad en la economía sumergida.

Oliver ha realizado estas declaraciones en la inauguración de la jornada "El paro para autónomos", en la que la gerente de la CAEB, Isabel Guitart, ha señalado que desde 2009 se ha ido registrando una "disminución progresiva" del número de autónomos.

Así, en el conjunto del Estado se ha pasado de 3.287.286 a 3.078.368 autónomos, lo que supone un retroceso de un 6,4 por ciento, mientras que en el caso de Baleares, la reducción ha sido de un 3,4 por ciento.

Por su parte, el presidente de CEAT en Baleares, Josep Oliver, quien a su vez es presidente de la Federación de la Madera y el Mueble de Mallorca, ha apuntado que en noviembre había 78.145 autónomos dados de alta en Baleares, lo que supone 1.352 menos que hace un año y un decrecimiento interanual del 1,7 por ciento.

Para la CAEB, la falta de acceso a la financiación, la elevada presión fiscal y la reducción de las rentas de los consumidores está propiciando un "crecimiento exponencial" de la economía sumergida que "dificulta aún más" la supervivencia de las empresas y negocios que actúan en la economía regular.

Asimismo, desde la CAEB han añadido que, mientras actualmente el factor precio es "determinante", la Administración está trasladando "su elevado coste y presión fiscal" a los negocios.

En este sentido, Oliver cree "indispensable" la adopción de varias medidas, tales como un sistema fiscal específico para los autónomos; deducciones fiscales durante los primeros años de funcionamiento de una empresa; la ampliación de tres a seis meses del período de pago del IVA; o la compensación de las deudas de los autónomos con la Administración, "pues a menudo se nos exige que cumplamos unos plazos que la propia Administración no cumple cuando es quien tiene que hacer frente a sus pagos", ha puntualizado.

Asimismo, ha afirmado que habría que trabajar para conseguir una "mayor agilización" de la Administración, que debería reducir sus costes con la implantación de nuevas tecnologías y con un "uso más austero" de los recursos públicos, especialmente en el capítulo de gastos corrientes, ha apostillado.

En este sentido, Oliver ha considerado que la mayor eficiencia de la Administración permitiría reducir su deuda y a medio plazo lograr un superávit en las cuentas públicas, que favorezca la reducción de la presión fiscal al colectivo de los autónomos.

Oliver ha anotado otras "cuestiones pendientes", como que la reforma del sistema financiero permita acceder con más facilidad a líneas de crédito, o la reforma laboral para mejorar la competitividad de las empresas.