La mesa de contratación, reunida este lunes, ha decidido declarar desierto el concurso para la adjudicación de la obra de desdoblamiento del corredor de O Morrazo, ya que la única UTE que concurrió a la convocatoria, incumplió el pliego de condiciones.

Asi lo ha confirmado el conselleiro de Medio Ambiente, Territorio e Infraestructuras, Agustín Hernández, tras mantener un encuentro con la delegada de la Xunta en Vigo, Lucía Molares. El conselleiro ha explicado que los técnicos han optado por rechazar la propuesta de la UTE, encabezada por el grupo Isolux Corsán, ya que plantea una modificación del trazado —algo que se prohibía expresamente en el pliego de condiciones—.

La oferta presentada planteaba un cambio que afectaba a casi un 30 por ciento del trazado del corredor, lo que incumple el pliego, supondría una nueva exposición pública e, incluso, podría llevar a otras empresas a impugnar el proceso por una cuestión de agravio comparativo.

Agustín Hernández ha señalado que, tras esta decisión de la mesa de contratación, la Xunta "va a reflexionar sobre el nuevo horizonte que se abre", con el fin de iniciar un nuevo proceso —para el que no ha dado plazos— que suponga una mayor concurrencia en el concurso, y una ajdudicación "con éxito" de la obra.

El conselleiro ha recordado que el desdoblamiento del corredor de O Morrazo se ejecutará mediante el sistema de pago aplazado, es decir, la adjudicataria financiará los trabajos y, cuando el vial esté disponible, la administración pagará un canon anual que, además de financiar la obra, paga también otros conceptos, como el mantenimiento.

Obra "irrenunciable"

Pese a la decisión de declarar desierto el concurso, el conselleiro ha precisado que esta obra es "irrenunciable, imprescindible y urgente" para la Xunta de Galicia, que "bajo ningún concepto" renunciará a ella.

Esta actuación fue licitada en marzo de 2011 y, pese a tratarse de una obra de gran envergadura, sólo se presentó una oferta para su adjudicación. La licitación fue hecha mediante el sistema de pago aplazado —conocido también como pago de 'peaje en la sombra'—, con financiación público-privada.