El exdiputado del PPdeG Javier Escribano y el gerente de la empresa Manmer, Fermín Duarte, han llegado a los juzgados de Ferrol para declarar este viernes en calidad de imputados por supuestos delitos de cohecho y tráfico de influencias.

El primero en acceder al edificio judicial ha sido Javier Escribano, quien a las 9.40 horas llegó acompañado de su abogado. El exdiputado saludó a los periodistas con un escueto "buenos días" y entró en el juzgado.

Unos minutos después, a las 9.50 horas llegó con su abogado el empresario Fermín Duarte, quien también saludó con un "buenos días" y entró en el edificio de los juzgados.

La citación de ambos responde a la decisión del Juzgado de Instrucción Número 3 de abrir diligencias previas por supuestos delitos de cohecho y tráfico de influencias contra el exdiputado y el empresario, "separadas" de las seguidas por delito medioambiental contra Duarte, investigado en el marco de la 'Operación Arena'.

La renuncia de Escribano a su escaño en la Cámara gallega se formalizó el pasado sábado 29 de octubre, cuando fue autorizada por la Mesa del Parlamento y el argumento esgrimido por parte de su grupo, cuando confirmó la dimisión, fue que estaba "incurso en un procedimiento judicial".

Posteriormente, se conoció su vinculación con el empresario Fermín Duarte, gerente de la empresa Manmer, firma que importaba áridos desde Holanda supuestamente contaminantes —lo que dio pie a la denuncia que hizo que en mayo arrancase la 'Operación Arena'— y que habría recurrido al exdiputado en busca de gestiones beneficiosas para su empresa ante varios departamentos de la Xunta.

A cambio, según han publicado varios medios, Duarte habría regalado a Escribano un Porsche, extremo que el exparlamentario popular niega. De hecho, pocos días después de su dimisión remitió un comunicado en el calificaba de "falso" haber recibido "regalos" de este empresario y señalaba que el Porsche se lo había comprado por 10.360 euros.