Primero meneó las caderas de un lado a otro, con desenfreno, bajo una escueta minifalda. Después, se sentó en el suelo ("Si queréis os enseño las bragas luego; ahora, paso", advirtió) y se encendió un cigarro desafiando las estrictas leyes antitabaco vigentes. Así transcurrió la última parte de la presentación del nuevo disco de la cantante Bebe en el sala El Sol de Madrid, donde la extremeña había interpretado unos minutos antes tres de los temas incluidos en su nuevo trabajo, Un pokito de rocanrol.

Desinhibida y mordaz, aunque con una sonrisa cariñosa y bromista, Bebe lanzó sus lanzas a la prensa allí congregada nada más terminar de cantar sus canciones: "Esto es lo más friki que me habéis hecho pasar en la puta vida", soltó de repente, ante la mirada asombrada de unos y las risitas de otros, "se supone que ahora los 'señores periodistas' me van  hacer alguna puta pregunta. Si hubieran sido super detallosos, podrían haber dicho a la compañía que no van a preguntar, pero comprendo que no se pongan en la piel del otro", añadió con sorna.

Todavía, hizo una recomendación a los reporteros antes de contestar: "Si vais a preguntar, hacedlo bien; si no, sois unos hijos de puta". Y acusó a los profesionales de la información de poner "titulares ideales, algunos absurdos y polladas varias".

A pesar de ello, contestó con gracia las dudas de la prensa salpicando sus respuestas con algunas chanzas ("¿Te llamas Patricia? Esto parece El diario de Patricia", inquirió a una reportera) y les deseó a todos, con buena intención, que les "follaran bien".

Las palabras de Bebe, cuyo vídeo demostrativo ha sido divulgado recientemente en la Red, ha convertido a la cantautora en trending topic -el tema más repetido del momento en la red social de Twitter- durante dos días. Críticos y defensores sacan uñas en Internet, donde los primeros acusan a la cantante de ser una maleducada y los segundos tachan a los detractores de Bebe de "exagerados" y de sacar las cosas de quicio.

Por su parte, la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (Fape) ha opinado que lo sucedido es una "falta de respeto, reprobable".