El erotismo absurdo y oscuro de la multiartista Mirka Lugosi

  • La creadora francesa juega con el fetichismo y la sexualidad turbia en su nueva exposición, 'El hombre invisible'.
  • Aunque prefiere los dibujos a lápiz, también hace fotos, esculturas e instalaciones.
  • Como artista se presenta con una identidad inventada: dice haber nacido en los Cárpatos, a poca distancia del castillo de Drácula.
Una vitrina de fetiches en la exposición
Una vitrina de fetiches en la exposición
Mirka Lugosi - Le Confort Moderne
Una vitrina de fetiches en la exposición

Mirka Lugosi, una multiartista francesa de gran calado en los ambientes del arte fetish y la fantasía erótica, se ha construido una biografía inventada para justificar el contenido turbador de su obra: dice haber nacido en los Cárpatos rumanos y crecido bajo la influencia y el poder del cercano castillo de Drácula.

Así se presenta en su última exposición, L'Homme Invisible (El hombre invisible), una retrospectiva de su obra desde los años noventa hasta el presente. La muestra se exhibe en la galería Le Confort Moderne, en Poitiers (Francia).

Dibujos infantiles sobre sexualidad

Aunque maneja muchas técnicas (dibujo, pintura, escultura de pequeño formato, fotografía, vídeo, mixed-media o instalaciones), el medio que más impacto provoca en las manos de Lugosi es el simple lápiz de grafito. Sus dibujos son de ejecución naif, casi como ilustraciones de cuentos infantiles, pero los temas son obscuros y explícitos, casi siempre relacionados con la sexualidad, digamos, no convencional.

Le gusta considerarse una "pintora de imágenes", pero el mundo que presenta, casi siempre desprovisto de lógica aparente y dominado por el surrealismo (seres humanos que se funden con animales en un mismo cuerpo), es el del fetichismo y el masoquismo. Sus obras, todas en pequeño formato, están dominadas por las fantasía eróticas potentes e inquietantes, que juguetean con una sexualidad  absurda o límite.

Lugosi, en cuya paleta hay referencias a las fotos de Man Ray, las muñecas imposibles de Hans Bellmer o los dibujos de Unica Zürn, tiene el buen gusto de incluir cierto grado de parodia y humor en sus piezas y a tomarse el arte con el necesario carácter de juego que sus queridos surrealistas predicaron con acierto.

L'Homme Invisible muestra el recorrido de la artista durante las últimas dos décadas. Lugosi ha sido la encargada de seleccionar las obras de una  monográfica marcada por el misterio y las preguntas que necesariamente deben hacerse los visitantes: ¿Quiénes son los personajes que habitan estas obras?, ¿se trata de la proyección de una fantasía?, ¿una visión de género?, ¿autorretratos?, ¿objetos de deseo?...

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