El Ayuntamiento de Málaga, a través del Instituto Municipal de la Vivienda (IMV), ha iniciado las obras de urbanización de la plaza central y zonas verdes de la barriada malagueña García Grana, uno de los últimos pasos para culminar esta actuación que supone la renovación de las viviendas sociales.

Desde el Consistorio han destacado que han impulsado "una de las actuaciones de viviendas de protección oficial más ambiciosas de la provincia" y han señalado que también está próxima la finalización de la construcción los dos últimos bloques de viviendas, de cara a que la nueva barriada García Grana quede completamente renovada.

El número total de familias beneficiadas por las obras de reconstrucción asciende a 511. Tras la realización de las 383 viviendas de la primera y segunda fase de la actuación urbanística, la tercera y última fase de promoción de García Grana añade 128 más, que incluye dos edificaciones próximas a finalizarse: una de 64 viviendas en régimen de alquiler para integración social —realojo— y otras 64 viviendas en régimen especial en venta.

La inversión en la renovación de esta barriada asciende a más de 33,8 millones de euros, de los cuales 31,9 se han destinado a la construcción de las promociones de VPO y alrededor de 1.920.000 euros a urbanización y dotación de zonas verdes, partida en la que también se encuadra la última actuación, referida a la urbanización de la plaza central.

García grana

García Grana surge a mediados del siglo pasado con el fin de reubicar a los vecinos del Arroyo del Cuarto cuyas viviendas habían sido arrasadas por las inundaciones de la primera mitad de siglo en Málaga, mediante un proyecto impulsado por las autoridades de la época y la aportación de empresarios y ciudadanos.

El proyecto de la total renovación de esta zona de viviendas sociales dio comienzo en 1999 con el fin de solucionar el carácter ruinoso de las viviendas por problemas de los materiales de construcción utilizados en los años 50. Originalmente se componía de tres bloques con planta de 'bumerang' y otros ocho dispuestos en torno a una plaza central, ocupando una parcela cuadrada.

En esta plaza se volverá a instalar la farola, conocida popularmente como 'El sonajero', que formaba parte del mobiliario urbano de la plaza de la Constitución, y que fue transportada a esta barriada cuando se construyó en los años 50. Dicha farola está en proceso de restauración y formará parte de la nueva plaza proyectada.