La economía gallega crecerá en 2012 un 1%, ligeramente por encima de la media española, según un informe del BBVA, en que se recoge que el último trimestre de 2011 acabará con una contracción de dos décimas.

En ese informe, que ha sido presentado este viernes en Vigo por el director territorial noroeste de BBVA, Carmelo Beltrán, y por el responsable de Economías Desarrolladas de BBVA Research, Rafael Doménech, también se recoge que Galicia tiene ventajas comparativas con respecto a otras comunidades, por varios factores.

Entre esos factores destacan el buen comportamiento de las exportaciones, el nivel de endeudamiento menor, una tasa de paro por debajo de la media española, y una menor sobreoferta de viviendas. Asimismo, el estudio destaca que el comportamiento del déficit gallego es mejor que el de otras comunidades autónomas y que, "previsiblemente también cumpla los objetivos de déficit en 2011".

En lo que respecta a las previsiones, tras un 2011 que se cerrará con un crecimiento del 0,6 por ciento —dos décimas menos que el de España—, los expertos de BBVA reconocen que Galicia, junto con Asturias y Navarra, son las regiones que tienen "peores perspectivas de crecimiento para el próximo trimestre", aunque llegará a un nivel de crecimiento de la economía del 1% el año que viene.

Celeridad en las reformas

BBVA Research mantiene que la economía gallega "se encuentra en una buena posición en términos relativos sobre el conjunto de la economía española", aunque advierte de que existen "riesgos" como la orientación de las exportaciones hacia el mercado español y hacia el núcleo europeo, unos mercados con dificultades de crecimiento a corto plazo.

Además, en el informe se advierte de que "la puesta en marcha de reformas con la mayor celeridad posible es un compromiso ineludible" para poder avanzar en la recuperación de la economía". Así, se apuesta por avanzar en la modernización del tejido empresarial, aumentar el I+D, implantar un sistema impositivo más eficiente o permitir una mayor flexibilidad laboral.

Como ejemplos prácticos, se proponen convenios que vinculen las mejoras salariales a los resultados empresariales, favorecer la implantación de un contrato laboral único, reducir la temporalidad o eliminar burocracia para favorecer la competitividad de las empresas.