La Federación Andaluza de Entidades de Drogodependencias 'Enlace', la Fundación del Movimiento Ciudadano Antisida (Funsida), la Coordinadora Estatal de VIH-Sida (Cesida), la Red Comunitaria sobre el VIH/Sida del Estado español (Redvih), la Fundación Triángulo, la Federación Estatal de Asociaciones de Personas afectadas por las drogas y el VIH (Faudas), la Federación 'Trabajando en Positivo', la Federación Estatal de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales (Felgtb) y la Coordinadora Gay Lesbiana han suscrito un manifiesto conjunto en defensa de los derechos fundamentales de las personas afectadas en el que piden "no dar ni un paso atrás" en este aspecto.

Según explican, en este momento se cumplen 30 años de la notificación de los primeros casos de Sida en España y tres décadas de aprendizaje y trabajo para detener una epidemia que en sus inicios parecía ser incontrolable. Por ello, ahora afirman que, "gracias a los avances biomédicos, a la voluntad política y a las organizaciones civiles, entre otros agentes públicos y privados, hemos conseguido avanzar en la respuesta a la epidemia".

No obstante, advierten de que "aunque los progresos han sido importantes, aún continúan existiendo muchos retos en el abordaje clínico, la atención, la prevención y principalmente en el ámbito social, donde cotidianamente se vulneran los derechos de las personas con VIH y Sida". Es por eso por lo que de cara a este jueves 1 de diciembre, Día Mundial del Sida, manifiestan su "preocupación ante la situación de crisis económica que, sin una estrategia adecuada, puede mermar de forma importante los derechos fundamentales no sólo de las personas con VIH en aspectos como la prevención, atención, tratamiento e integración socio-laboral, sino afectar a toda la población en general y sobre todo a las capas más desfavorecidas de nuestra sociedad".

"Por ello, exigimos al gobierno español y a las comunidades autónomas que garanticen el acceso igualitario a los servicios de atención socio-sanitaria en todo el territorio y para toda la ciudadanía", insisten. Estas ONG también recuerdan que, para dar una mejor respuesta al VIH/Sida, es necesario "trabajar el estigma, la discriminación y los derechos humanos desde un enfoque social y con un modelo basado en el diálogo, promoviendo cambios integrales, emprendiendo acciones educativas e informativas y denunciando los casos de discriminación".

Además, indican que "es necesario que se reconozca el trabajo que se viene desarrollando en la atención e investigación por parte de los especialistas que atienden a las personas con VIH reconociendo las enfermedades infecciosas como una especialidad más y garantizando la continuidad en la calidad de la atención futura".

En esta línea, defienden que es "fundamental que se mantengan los Planes Autonómicos de Prevención del Sida y se elabore un Plan Multisectorial para próximos años, que sirva de guía para el desarrollo de una política nacional y para evaluar las actuaciones realizadas". Sobre todo, argumentan, porque la infección por VIH "sobrepasa el ámbito sanitario, manteniendo su excepcionalidad a nivel social: el estigma asociado al VIH y el sida provoca que muchas personas en nuestro entorno sean discriminadas y no puedan ejercer sus derechos fundamentales".

Ante ello, las organizaciones vinculadas al Sida exigen "un liderazgo compartido y el reconocimiento al valor añadido de las organizaciones civiles". "Consideramos que las decisiones unilaterales por parte de los diferentes gobiernos de las comunidades son en principio irresponsables, ya que se ha demostrado que sin la sociedad civil, ONG y activistas, su experiencia, compromiso, trayectoria, capacidad de respuesta y participación en el diseño, ejecución y evaluación de los proyectos, éstos pueden ser un fracaso y con un elevado coste económico", concluyen.

El sida en las prisiones

Las ONG que han firmado este manifiesto conjunto también han tenido palabras de recuerdo para las personas infectadas que se encuentran en prisión. Así, han criticado "las carencias sociosanitarias que padecen las personas privadas de libertad".

Según datos de la Sociedad Española Interdisciplinar del Sida (Seisida), en la actualidad, hay unas 72.000 personas presas en los centros penitenciarios españoles, de las cuales, un ocho por ciento (más de 6.000) conviven con el VIH. Pese a que España ha logrado reducir en los últimos años los casos de sida en las prisiones en más de un 90 por ciento, estas entidades aseguran que la tasa de infección "sigue siendo mucho mayor dentro de las cárceles si se compara con la de la población general, que las últimas cifras sitúan en un 0,3 por ciento".

"Además, de estas más de 6.000 personas afectadas por VIH, el 90 por ciento también están coinfectadas por el virus de la hepatitis C", lo que agrava la situación. Otra realidad que las ONG califican de "sangrante" es la viven muchas mujeres afectadas: treinta años después de la notificación de los primeros casos de sida, el número global de mujeres infectadas por el VIH supera el 50 por ciento, una cifra que, desafortunadamente, "sigue en aumento", sobre todo, en países del África subsahariana.