Atrás quedaron las declaraciones de su propietario a este periódico el 19 de enero cuando reconoció que ya  había perdido algún cliente, pero confiaba en que la gente se acostumbrara.

Además, profetizaba, «con el tiempo», el final del tabaco en los bares. El que ya avisó que si perdía clientela volvería «a dejar fumar» fue Carlos, del Alarcón. Su hermano dice ahora que no había bajado mucho, pero han vuelto a dejar fumar.

El más rápido en modificar su decisión fue La Tasquita II. Sólo tardó 13 días en pasar del no al sí. «La gente miraba y se iba», dijo en su día el encargado del local.

Recomiendan esperar

La Asociación de Hostelería de Valladolid recomienda a sus socios que antes de hacer cualquier obra en sus establecimientos esperen a que la Junta apruebe el reglamento que debe regular la ley antitabaco. En su momento, el Gobierno daba ocho meses para hacer las reformas cuando se quería hacer una estancia para fumadores, pero ahora parece que la Junta no va a ser tan estricta y no se necesitarán tabiques para las separaciones.