Francisco Paesa, conocido por ser el enlace del Ministerio de Interior para la captura en Laos del exjefe de la Guardia Civil Luis Roldán, ha reaparecido en Sierra Leona. El exagente de los Servicios Secretos españoles está supuestamente implicado en una red de narcotráfico y, según informa la Cadena Ser, estuvo detenido durante varios días en el país africano.

La cadena de radio cita a fuentes del Ministerio de Exteriores para afirmar que Paesa aterrizó en octubre en el aeropuerto internacional de Lunghi, de Sierra Leona. Llegó acompañado de su sobrino Alfonso García Paesa en un vuelo de la compañía Senegalair y mostró a las autoridades un pasaporte español en regla.

Según el relato del propio Paesa, que tiene 75 años, el objetivo del viaje era verificar una operación internacional de compraventa de antigüedades, en nombre de un abogado francés. La partida estaba conformada por botellas de perfume antiguas y varias máscaras de oro chinas. Pero el intermediario que debía encontrarse con Paesa en el aeropuerto no apareció. Y tanto el exagente como su sobrino permanecieron una semana en el país esperando cerrar la operación.

Las autoridades de Sierra Leona sospecharon que el negocio de antigüedades fuera la tapadera de una operación de narcotráfico. Así que detuvieron a Paesa y a su sobrino, quien aseguraba que viajó al país con su tío para asesorarle legalmente en la operación, obedeciendo a su trabajo como abogado en Luxemburgo.

Ambos han sido repatriados ya por Exteriores, en un vuelo que les llevó a París el pasado 11 de octubre. El ministerio cree que la operación que el exagente pretendía cerrar en Sierra Leona estaba relacionada con una compra de oro. También cree que en los últimos años se ha dedicado a intermediar en operaciones financieras con países de Oriente Próximo.

A Paesa, se le recuerda por ser el agente que localizó en Laos al prófugo Luis Roldán y lo entregó en 1994 al ex ministro Juan Alberto Belloch. Tras cobrar supuestamente 300 millones de pesetas (1.800.000 euros), fingió que había fallecido en 1998 y que su cuerpo había sido incinerado en Bangkok (Tailandia). Un periódico de la época llegó a publicar su esquela.

El ex director de la Guardia Civil, en libertad desde marzo de 2010, consideró al salir de prisión que no se hizo "el más mínimo esfuerzo" por encontrar el dinero malversado durante su gestión -delito que le llevó a prisión- y que no se quiso perseguir al responsable de su desaparición, que según Rolda'n era el propio Paesa.

El exagente ha residido desde entonces en Luxemburgo con un pasaporte argentino que correspondía a un hombre llamado Francisco Pando Sánchez.