Los jóvenes andaluces necesitan dedicar prácticamente la mitad de su sueldo (49,6 por ciento) para comprar una vivienda, según datos del último 'Observatorio Joven de la Vivienda' que elabora el Consejo de la Juventud de España (CJE), que señala que en el conjunto del país, los jóvenes necesitan el 53,5 por ciento de lo que ganan para adquirir una casa.

El trabajo revela también la diferencia entre los ingresos reales y los mínimos necesarios para comprar una casa. Los jóvenes andaluces cobran un 65,3 por ciento menos de lo que deberían para poder convertirse en propietarios sin sobrepasar el umbral máximo de endeudamiento aceptado por las entidades financieras del 30%. En la media nacional ese porcentaje se eleva al 78,1 por ciento.

Asimismo, la superficie máxima a la que puede aspirar un joven que se anima a comprar una casa es de 60,5 metros cuadrados, frente a los 56,1 metros cuadrados de la media nacional.

Por provincias, Málaga está entre las siete españolas en las que sus jóvenes más parte de sueldo neto deben dedicar a la compra (57,8 por ciento), una clasificación que lideran los de Vizcaya (el 71,6 por ciento de sus ingresos) y los guipuzcoanos (70,9 por ciento).

En la región, Cádiz es la segunda provincia en la que los jóvenes necesitan destinar más parte del sueldo (53,5 por ciento), seguida de Sevilla (50,6 por ciento) y Córdoba (50,2 por ciento). Por detrás, están granadinos (45,5 por ciento), los onubenses (43,7 por ciento), los jienenses (41,1 por ciento) y, por último. los almerienses (39,6 por ciento).

El informe también destaca que si hace apenas tres años, seis de cada diez personas jóvenes en Andalucía estaba trabajando, aunque en gran parte fuera mediante contratos temporales, hoy en día tan sólo lo están haciendo el 47,1 por ciento, menos de la mitad. La caída del empleo entre la población joven en Andalucía está siendo "una de las más acusadas de España" y tiene su reflejo en la "precariedad de las condiciones socioeconómicas" que caracteriza los procesos de transición hacia la vida adulta.

A todo ello hay que añadir que, en el segundo trimestre de 2011, se han endurecido los requisitos para acceder al mercado de la vivienda en propiedad, tanto por la exigencia de mayores garantías de solvencia, como por la subida de los tipos, el recorte de los períodos de amortización y las restricciones crediticias de las entidades financieras.

Así, por ejemplo, el diferencial entre los ingresos mínimos para adquirir una vivienda libre y el salario medio que percibe una persona joven ha pasado, en apenas un año, del 57,67 por ciento hasta el actual 65,3 por ciento, con un máximo del 92,6 por ciento para los jóvenes de la provincia de Málaga.

Ante estos datos, el CJE pide al futuro Gobierno del PP una ley que garantice el acceso a una vivienda digna y adecuada de titularidad pública, cuyo coste no supere el 30 por ciento de los ingresos netos anuales.

Asimismo, demanda un parque público de vivienda en alquiler, con un coste que no supere el 10 por ciento de los ingresos anuales por persona, la movilización de suelo público para la construcción de vivienda pública o una mayor protección para los inquilinos mediante la reforma de la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU).