La Fundación Nueva Cultura del Agua (FNCA) solicita a la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) un estudio en el tramo medio del río Ebro para conocer las causas de la proliferación de macrófitos.

Esta organización ha explicado en un comunicado que el pasado 26 de octubre organizó una reunión técnica en la sede de la CHE para analizar esta situación en el cauce del Ebro, no sólo a su paso por Zaragoza, "donde el problema es incipiente", sino también en el tramo bajo, "donde ha tomado proporciones inquietantes".

"Es precisamente en este tramo bajo del río donde se han llevado a cabo numerosos estudios que concluyen que no existe una única causa que explique esta presencia masiva de macrófitos, siendo varios los factores influyentes que intervienen", ha relatado la organización.

Entre los factores, se incluyen una "excesiva regulación" del régimen de caudales con ausencia de crecidas ordinarias; la influencia del aumento de la depuración de aguas residuales urbanas, así como la presencia de especies invasoras y el propio efecto multiplicador de los macrófitos, han indicado.

Estas plantas provocan una mayor transparencia de las aguas, "por un efecto filtro, lo que genera buenas condiciones para su reproducción, provocando todos ellos un cambio en el equilibrio natural del río", han apuntado desde la Fundación.

Estas mismas causas podrían ayudar a explicar la presencia de macrófitos en el tramo medio, aunque también el dragado del Ebro a su paso por Zaragoza "parece haber creado condiciones nuevas y particularmente favorables para el desarrollo del fenómeno al haber generado dos zonas de velocidad de flujo muy diferentes".

Así, se observa la presencia "de una zona léntica y de poca profundidad donde han proliferado los macrófitos, y otra muy activa que coincide con la traza del dragado, con ausencia de macrófitos, especialmente ostensible en el tramo entre los puentes de Piedra y de Santiago".

Plan de acción

La FNCA ha pedido a la CHE que realice un estudio en el tramo medio del Ebro debido a la "complejidad" del fenómeno observado y a la existencia de múltiples factores que pueden incidir en el desarrollo de los macrófitos, con el objetivo de "determinar con exactitud" las causas del desencadenamiento del fenómeno, así como su distribución y evolución espacial, para elaborar un plan de acción.

La Fundación ha insistido en la necesidad de que todos los grupos investigadores y colectivos interesados colaboren en el estudio del problema.

Al respecto, ha subrayado que "no estamos ante un fenómeno local ni tampoco baladí, sino ante algo que amenaza a toda la cuenca, con repercusiones no sólo hidrológicas, como el aumento de las zonas inundables por obturación parcial de la sección de los cauces, sino de varios tipos.

La Fundación ha dicho, en este sentido, que la proliferación de macrófitos puede suponer la obturación de entradas a los sistemas hidraúlicos de centrales nucleares, hidroeléctricas, abastecimientos y riegos, con las consecuencias económicas que esto implica.

Además, puede tener repercusiones negativas ecológicas ya que "está por estudiar las repercusiones en la cadena trófica de los ecosistemas" y de salubridad pública, dado que algunos de esos macrófitos son el hábitat para la puesta de huevos de la mosca negra.

Según datos aportados, en el Bajo Ebro y Tierras del Delta la cifra de asistencias dispensadas por picadura de mosca a lo largo de este último año ha sido de 2.500 para una población inferior a 60.000 habitantes. Por lo tanto, han concluido, "este es un tema que debería ser recogido en el nuevo Plan Hidrológico de Cuenca del Ebro, todavía pendiente".