Los políticos serían malos vendedores de coches en plena crisis, según un estudio

  • Una consultada elaborada por 'AutoScout24' solicitaba opiniones sobre qué líder político europeo convencería para vender un coche.
  • La más fiable sería Angela Merkel, seguida de cerca por Zapatero.
  • Otros menos mediáticos, como la Reina Beatriz de Holanda, también convencerían a los posibles compradores.
Imagen de archivo de un concesionario de coches.
Imagen de archivo de un concesionario de coches.
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Imagen de archivo de un concesionario de coches.

Los concesionarios automovilísticos no elegirían a los políticos para infundir confianza a los consumidores y colocarles ese coche que tanto cuesta vender en una fase de crisis económica profunda como la actual.

Así se desprende de una consulta elaborada por la plataforma en la red de vehículos AutoScout24, que ha solicitado a los internautas opiniones sobre qué líder político europeo, en el hipotético papel de vendedor, les convencería plenamente para colocarles un coche.

Como resultados generales, en el mejor de los casos, en España y en el resto de Europa, sólo 3 de cada diez clientes se dejarían seducir por la fiabilidad y habilidad de un líder político para comprar un coche, tomando como referencia los resultados de su gestión política.

El liderazgo político es un valor añadido en esta ficticia transfiguración de políticos metidos a comerciales, y en la citada encuesta, la que más fiabilidad ofrece, tanto en España como en Europa, para vender un coche, es la canciller alemana, Angela Merkel, de la que se fiarían el 29,2% de los consumidores españoles y un 30 % de los del resto de Europa.

La cercanía también genera credibilidad en esa tarea y el presidente del Gobierno en funciones de España, José Luis Rodríguez Zapatero, no sale del todo malparado en esta demostración de confianza, ya que el 26,6% de compatriotas afirma que le compraría el coche, pero si el reto se traslada al resto del continente, esa credibilidad se hunde en el 8,1%.

El otro gran conductor de la crisis económica en Europa, el presidente francés, Nicolás Sarkozy, baja muchos enteros respecto a su colega de fatigas germana, pues en España sólo un 9,4% le compraría un coche, y en el resto de Europa, aún menos, un 8,1%, dígito idéntico al de Rodríguez Zapatero.

El prestigio del país también juega un papel importante; por ejemplo la buena situación laboral de Holanda (pese a los últimos repuntes de la prima de riesgo de su deuda pública) otorga un alto grado de confianza a la Reina Beatriz para sacar buenos resultados en un concesionario: un 20,3% de europeos le compraría el coche y un 10,9 % de los españoles, siendo este registro el segundo mejor en el ámbito europeo y el tercero en el doméstico.

Otro monarca, el Rey Alberto II de Bélgica, país que lleva 18 meses sin Gobierno por los problemas de identidad de sus dos comunidades, queda en peor lugar que su colega neerlandesa. Casi un 9 % de europeos acudiría a su concesionario y sólo un 5% de españoles.

Esa leyenda de que el gran valor de Suiza es el sólo nombre del país y el profundo desconocimiento que se tiene de la identidad de sus políticos cobra fuerza en esta traslación de funciones de la política a los concesionarios como termómetro de credibilidad.

Así, la canciller helvética, que se llama Corina Casanova, recibiría la conformidad del 13,2% de los clientes automovilísticos europeos y de un 10,7% de los españoles, registros que, dados los resultados globales, no están mal, comparativamente, para una líder política que apenas resulta conocida.

Silvio Berlusconi, el exprimer ministro italiano, recibe de un posible comprador de coches la misma credibilidad que de los mercados financieros. Sus resultados lo dicen todo, pues en Europa únicamente siete de cada cien clientes se fiarían de sus dotes como vendedor. En España, aún menos: cinco.

El líder austríaco, Werner Faymann, sucumbe a su escasa relevancia mediática y sería, con diferencia, el peor político metido a vendedor de automóviles (aceptarían su mediación un 2,9% de españoles y un 4,6% de continentales) y eso que su país siempre ha sido un modelo de convivencia social y un referente en la superación sin traumas, por ahora, de la actual crisis.

Otra de las conclusiones generales del estudio es que las mujeres dirigentes tienen más credibilidad que los hombres. En Europa, las tres que aparecen en la muestra son las mejor valoradas. En España, están (excepción hecha de Zapatero) entre las cuatro más consideradas.

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