Penas de hasta 5 años de cárcel y 90.000 ? para 13 acusados de tráfico de drogas en la zona de Santander

El fiscal ha solicitado penas de hasta cinco años y medio de cárcel y 90.000 euros de multa para trece personas acusadas de formar parte de una red de tráfico de drogas dedicada al venta de cocaína en Santander, Bezana, Liencres y otras poblaciones cercanas.

El fiscal ha solicitado penas de hasta cinco años y medio de cárcel y 90.000 euros de multa para trece personas acusadas de formar parte de una red de tráfico de drogas dedicada al venta de cocaína en Santander, Bezana, Liencres y otras poblaciones cercanas.

En concreto, están acusados de un delito de tráfico de drogas —en algunos casos de sustancias que causan grave daño a la salud y en otros que no causan grave daño—, otro de tenencia ilícita de armas y un tercero de blanqueo de capitales.

Las penas solicitadas por el primer delito ascienden, en algunos casos, a los cinco años y medio de cárcel y hasta 90.000 euros de multa.

Mientras, por el delito contra la salud pública de sustancias que no causan tan grave daño se piden hasta dos años y medio de cárcel; por el de tenencia ilícita de armas un año de prisión y por el de blanqueo de capitales, tres años y siete meses de cárcel.

El juicio se celebrará este lunes, 28 de noviembre, en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial, y se prolongará hasta el jueves, día 1.

Las sesiones se desarrollarán a las diez de la mañana y arrancarán el lunes con el interrogatorio de los acusados, seguirá martes y miércoles, con la declaración de los testigos, de los policías y las pruebas periciales, y concluirá el jueves con los informes.

Según el Ministerio Fiscal, los hechos ocurrieron durante 2010 cuando uno de los acusados adquiría con una periodicidad aproximada de diez días partidas de cocaína de unos 100 gramos que distribuía a terceros.

Éste era ayudado en bastantes ocasiones por otra persona, que se encargaba de la distribución a clientes. La mayor parte de la droga era adquirida para revender por parte de la hija del primero y de su novio.

Esta pareja tenía su propia clientela de compradores-vendedores, tanto de cocaína como de hachís. Uno de ellos la transmitía a su vez a terceros clientes propios, ayudado por su novia. Pero, al asumir con su proveedor una deuda importante, encontró uno nuevo, solo de hachís, que también está acusado de formar parte de la red.

Además, como en mayo sufrió un accidente, utilizó a una nueva persona para que le ayudara en la distribución de la droga durante unos días.

Asimismo, otros compradores también utilizaban la droga para venderla a terceras personas.

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