Los centros dioceanos para gente sin hogar de Mérida y Badajoz acogieron durante el pasado año a 1.066 personas, un año en el que la media de edad de las personas que llegan a estas instalaciones ha bajado a los 45 años.

Así se pone de manifiesto con motivo de la conmemoración, este domingo, del Día de las Personas Sin Hogar, que lleva por lema 'Todos somos ciudadanos. Nadie sin hogar', según publica el semanario 'Iglesia en Camino' y recoge Europa Press.

Cáritas de Mérida-Badajoz cuenta con dos centros de acogida en la diócesis, que son el Centro Padre Cristóbal y el Centro Hermano, en Mérida y Badajoz, respectivamente, que cuentan con 28 plazas, de las que el 80 por ciento están ocupadas todo el año.

El director del Programa Sin Hogar de Cáritas Diocesana, Pedro Herrera, ha explicado que en algunas épocas del año, como la actual, "se acentúa la demanda debido a las inclemencias del tiempo".

En total, en el último año se atendieron 1.066 personas, con una estancia media de 18 días en el centro.

Destaca Cáritas que el perfil de las personas que llegan a estos centros "está variando", ya que se trata de personas más jóvenes, de entre 40 y 45 años), cada vez hay más mujeres, que ya suponen un 15 por ciento, tienen estudios y formación y ha aumentado el número de inmigrantes de centroeuropa y países comunitarios.

Pedro Herrera ha explicado que estas personas llegan a esta situación, "principalmente, por la desestructuración familiar en la que se encuentran y debido a la soledad".

Explica que en ambos centros de acogida, Cáritas no solo ofrece cobijo, comida y ropa, sino también, atención sanitaria y, "la posibilidad de cambiar su situación, retomar su vida y reintegrarse en la sociedad".

Para ello, Cáritas cuenta con diversos recursos de apoyo a nivel psicológico, de empleo y redes familiares. Según Pedro Herrera, este proceso de reintegración "dura tiempo, algunos están meses hasta que pueden cambiar su situación".

Finalmente, señala que para llevar a cabo esta labor, los voluntarios son fundamentales, y en la actualidad, unas 40 personas dedican parte de su tiempo al trabajo con las personas sin hogar.