Del Olmo afirma que la comisión de investigación es "una piedra en el camino a que el proyecto siga adelante"

El exconsejero no cree tener responsabilidad patrimonial en este caso
Javier Del Olmo, En El Centro
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EUROPA PRESS
Javier Del Olmo, En El Centro

El exconsejero de Industria, Javier del Olmo (PSOE), ha afirmado que la comisión parlamentaria de investigación sobre la fábrica de fibroyeso GFB supone "una piedra en el camino a que el proyecto siga adelante", una cuestión que ha calificado de "obviedad" y un proyecto para el que ha reclamado hacer "todos los esfuerzos". Y es que ha asegurado que las empresas "huyen" cuando se ve "desde fuera" que hay tensiones.

Precisamente éste ha sido uno de los principales argumentos durante su comparecencia este viernes en la comisión de investigación: que trató de evitar el "ruido mediático" en el proyecto de GFB puesto que cuando éste aparece "hay una gran posibilidad de concluir en la nada".

"Tengo la constancia de que cuando sobre un proyecto de este tipo de arrojan sospechas infundadas lo que se hace es ahuyentar cualquier propuesta de solución", ha afirmado, puntualizando su "sensación personal" de que "el ruido mediático que se ha construido en torno a GFB ha sido absolutamente perjudicial para la buena marcha del proyecto". Y ha asegurado que será "respetuoso" con la decisión que adopte el Gobierno respecto a GFB, que respladará si es "seguir adelante".

También ha reiterado que el objetivo "primordial" del Gobierno de Cantabria cuando era consejero era "poner en marcha GFB" porque era "beneficioso" para la región, así como que él no ha mentido —tal como ha insistido la portavoz 'popular', María Antonia Cortabitarte— cuando dijo en diciembre de 2007 que la fábrica estaría funcionando en "tres o cuatro meses", puesto que fue lo que le trasladaron los gestores y, en todo caso, se trató de un "deseo que no tuvo concreción" por "imponderables".

También ha dicho que su objetivo no era mentir sino "establecer un deseo" cuando manifestó que los riesgos del Gobierno en la fábrica eran "cero", si bien ha insistido en que su "único objetivo" era "que el proyecto saliera adelante".

En este sentido, Del Olmo ha pedido en numerosas ocasiones a Cortabitarte que no le llamara "falso" o "mentiroso" y le ha recriminado la necesidad de poner "en contexto" las afirmaciones por las que le ha preguntado la diputada. "Hay que analizar cada frase en su contexto; no hay que hacer trampas intelectuales", ha instado. Además, ha respondido que desconocía o no recordaba a parte de las preguntas, remitiéndose a la documentación existente, lo que ha llevado a concluir a Cortabitarte que "todos los responsables de GFB tienen un problema de amnesia".

También ha observado que él ha sido "el primero de todos los consejeros" al que la 'popular' ha dicho que puede haber causado un perjuicio patrimonial a las arcas públicas y a Sodercan. "Soy consciente de todas las responsabilidades pero no veo aquí qué responsabilidad tengo", ha manifestado.

"Soy el primero de todos los consejeros en los que usted cita que pueda tener responsabilidad patrimonial. Bien. No me resulta extraño. Y si usted cree que he defraudado a los que han pasado por aquí, porque creo que es la primera vez que lo dice que alguien pueda tener responsabilidad patrimonial, lo acepto perfectamente. Me parece perfecto que haya hecho esa distinción conmigo", ha replicado a Cortabitarte, que ha negado esta afirmación.

MAQUINARIA

En respuesta a preguntas de la portavoz del PP, Del Olmo ha negado reiteradamente que haya "faltado a la verdad" en sus afirmaciones sobre GFB, tanto en todas sus intervenciones en el Parlamento como en cuestiones concretas como la maquinaria, por ejemplo cuando dijo que fue una aportación de Euroamérica y no una venta. Al respecto, y tras señalar que no se acordaba y que "hay que ver el contexto", ha dicho que "comprado o aportado es una afirmación sutil de establecer".

Ha apuntado que todas las valoraciones que se hicieron de la maquinaria han arrojado una "cantidad similar", por lo que "no tiene sentido preocuparse por su valor", y ha sugerido a Cortabitarte que se realice otra ahora para ver si hay depreciación.

En cuanto al "sobrecoste" de 14 millones de dólares, Del Olmo ha negado que exista y ha calificado de "baladí" la valoración en dólares. Y respecto a lo que, según Cortabitarte, en su día Del Olmo califico como "excesivo incremento" del precio inicial de la maquinaria, el exconsejero ha aclarado que hubo una "modificación del coste inicial y final", un "incremento", pero "en absoluto" un sobrecoste.

En este sentido, y a la pregunta de por qué no se reclamó al socio mayoritario, ha explicado que a partir de aquel momento —2008— hubo un "desembolso importante" por parte del mismo como consecuencia de la actuación del Consejo de Sodercan que supuso un incremento patrimonial de unos seis millones.

Por otra parte, ha indicado que en verano de 2007, en un "punto cercano a la puesta en marcha" de la fábrica, se produjo un "punto de inflexión" en las relaciones entre Sodercan y Euroamérica, cuando se evidenciaron los "intereses contrapuestos" de los socios, pero la relación "no era catastrófica" ni se había roto, ha asegurado. Sí ha reconocido que anteriormente a esa fecha ya había "tensiones".

Además, fue entonces cuando, "como gestor", pidió responsabilidades al socio mayoritario, que le había dicho que la fábrica funcionaría en tres meses pero no lo hizo. "A partir de aquí extremamos los rigores y se inicia el proceso de mayor tensión", ha relatado. INFORMACIÓN

Del Olmo ha apuntado que el Gobierno quería tener "información sobre lo que manejábamos" y "rigor en el proceso". "Intenté tener información relevante de GFB y toda esa información la transmití", ha asegurado, señalando que leyó "más de 2.000 hojas". También ha subrayado que todos los informes que se hicieron en Sodercan sobre GFB coincidían en establecer los "criterios de rigor" de la información y que en las auditorías anuales "jamás se señaló nada que no fuera la marcha convencional de la sociedad".

De hecho, ha destacado que fue responsabilidad suya que representantes de Pladur visitaran la fábrica para "saber con exactitud qué teníamos entre manos" y la calificaron de "excelente". En este sentido, ha aclarado que esta marca no es la competencia de GFB.

Otro frente del exconsejero ha sido el acceso a la información sobre GFB. Así, ha asegurado que "se dio información a toda la sociedad" a través del Consejo de Administración de Sodercan, cuyos miembros además del Gobierno (Caja Cantabria, Universidad de Cantabria, CEOE, sindicatos, Cámara de Comercio) son "poco sospechosos de ocultar información". "La transparencia está totalmente asegurada", ha resaltado.

Además, ha señalado que su relación con el ahora diputado 'popular' y entonces miembro del Consejo de Administración de Sodercan, Carlos Bedia, fue "edificante" y que éste conocía la situación de la fábrica.

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