SPOILERS DE 'LA FAVORITA'
Ya que el año pasado tuvimos la oportunidad de señalar El hilo invisible como la mejor película para ver en San Valentín, hemos vuelto a peinar la cartelera disponible actualmente en salas a la búsqueda de un título que pueda ejercer la misma función este año. Y, si de amores perversos y romances disfuncionales se trata, el griego Yorgos Lanthimos es una apuesta asegura. Así que nuestra elegida no puede ser otra que La favorita, ganadora del Gran Premio del Jurado en el Festival de Venecia y situada como una de las principales aspirantes a los Oscar 2019 con diez nominaciones.
Emma Stone, Rachel Weisz y Olivia Colman (Copa Volpi de mejor actriz en Venecia) protagonizan este relato de época ambientado en la corte británica a principios del siglo XVIII. Aunque en esta ocasión Lanthimos no firma el guion, resulta que el libreto de Deborah Davis y Tony McNamara le va como guante de seda a la sensibilidad forjada en hierro del cineasta griego.
La favorita aborda el día a día de la reina Ana de Gran Bretaña, interpretada con desbordante naturalidad por Colman; mientras su país se desangra en una guerra perpetua contra Francia, a ella solo le importa su colección de conejos y reclamar las atenciones afectivosexuales de la duquesa de Marlborough, Sarah Churchill (Weisz).
Esa situación de dependencia emocional de libro, de la cual Sarah se aprovecha de manera activa dictando los mandatos de la reina, se tambalea cuando entra en escena un tercer vértice que crea un triángulo de frágil equilibrio. Abigail Masham, prima de la duquesa caída en desgracia, llega al palacio con la intención de reconducir su vida. Empieza a trabajar como sirvienta, pero no tarda en seducir a la reina y convertirse en su nueva favorita. Las atenciones de Sarah pasan a mejor vida; ahora la reina prefiere tener a Abigail a su lado.
Pero no es ahí donde queda todo. Además de disfrutar perversamente la encarnizada lucha que se crea entre las dos aspirantes a favorita para disfrutar del poder y comodidades que da contar con el favor de la reina, subyace una cuestión espinosa: ¿quién se aprovecha más de la situación? ¿Las jóvenes seductoras o la monarca que colma su soledad con un teatro afectivo donde ella es autora, directora y estrella? Quizás desde The Duke of Burgundy (2014) ninguna película se ha atrevido a llevar tan lejos la plasmación de los juegos de poder y representación de papeles que conlleva colmar nuestro deseo.
Necesidad de atención afectiva, manipulación emocional como modo de vida (y supervivencia), luz de gas continua entre las amantes, juego de roles de dominación y sometimiento, incluso la desesperación insatisfecha que se siente ante la espera de un cuerpo... La favorita es una película donde se apuntan todos los temas que estás deseando tratar con tu pareja un 14 de febrero. Además, son presentados con la habitual frialdad tonal de Lanthimos y una banda sonora que nunca ha hecho sonar a Bach y Haendel tan inquietantes. ¿A quién no le gusta una buena historia de amor triangular palaciega? Feliz San Valentín.
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