Una tregua a la dieta para picar en El Arenal

No vale reprimirse. Las tapas y los platos típicos invitan a la gula a los visitantes del recinto ferial.
El pan payés se presenta este año como novedad culinaria en las casetas del recinto ferial.
El pan payés se presenta este año como novedad culinaria en las casetas del recinto ferial.
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El pan payés se presenta este año como novedad culinaria en las casetas del recinto ferial.
Llegan días malos para la alcachofa y las almas cándidas que se han acogido a su dieta para perder unos cuantos kilos. El recinto ferial no entiende de privaciones o prohibiciones. Quien pise el Arenal debe dejar a un lado todos los complejos y sumergirse en las casetas en busca de la diversión, aunque ésta se encuentre depositada en un plato de plástico en forma de tortilla de patatas.Y es que uno es mucho más feliz con un billete de 50 euros en el bolsillo y el estómago lleno. Y para llenarlo no hay que esforzarse mucho. Las casetas de la feria son auténticas tentaciones a la gula. Pimientos fritos, puntas de solomillo, frituras de pescado, los tradicionales flamenquines y sus versiones en bolitas, el salmorejo (fresquito, claro) y un sinfín de platos invitan a los cordobeses a salivar de placer.

Esclavas de la cocina

Detrás de cada tapa y ración hay una persona que se deja el sudor en ello. Más si cabe teniendo en cuenta las altas temperaturas que se registran en El Arenal.

Maribel Muñoz lleva más de 20 años en los fogones del recinto ferial. Empezó a cocinar su comida casera cuando la feria se celebraba en los Jardines de la Victoria. En los últimos años lo hace en la caseta de la Agrupación de Hermandades y Cofradías de Córdoba. Sus platos «no son aptos para las personas que tengan colesterol», presume esta apasionada cocinera.

Platos rápidos y pioneros

El Arenal también es un lugar para conocer nuevos platos. Este año llegan como producto revelación las torretas, una especie de bocadillo gigante, de una sola rebanada, a base de pan payés e ingredientes como jamón de Trevélez, chorizo o pimientos. Se pueden degustar en la caseta de CC OO. Para los estómagos menos exigentes existe una gran variedad de hamburgueserías o barracas de patatas asadas.

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