Hace tres años pusieron en venta su casa a través de esta agencia para comprar una más grande y traer a su hijo de Cuba. Después de que cinco bancos les denegaran la hipoteca, quisieron congelar la operación.

La agencia ya había iniciado la venta, y Ludmila tuvo que devolver, como estipulaba el contrato, el doble de los 1.800 euros que había recibido de señal.

Además, un juez condenó a la familia a pagar a la agencia 1.500 euros más. «La cosa habría quedado así si no les hubiéramos sorprendido vendiendo el piso por su cuenta», explica el encargado de la agencia, Ángel Alagón. Nueva denuncia.

La siguiente sentencia condena a la familia a pagar 12.000 euros, entre intereses, costas y 7.233 euros de indemnización a Don Piso. Además del embargo de sus bienes, afrontan una denuncia por amenazas al encargado de la agencia.

«Hay racismo inmobiliario»

Encontrar una vivienda es uno de los principales problemas  de la población inmigrante, según SOS Racismo. La organización señala que reciben frecuentes quejas «por precios abusivos o porque las agencias no les admiten por ser extranjeros». La familia Mercerón denuncia que se han aprovechado de ellos «por ser inmigrantes», algo que niega el encargado de Don Piso.