Denuncian a un cura por saltarse la norma de comunión celíaca

Dio de beber en su cáliz a un niña. El Episcopado aconseja que se utilice otro. Quejas al Arzobispado, Salud y Defensor del Menor.
13 de mayo. Reyes, una niña de 9 años, va a hacer la primera comunión en su parroquia de Montequinto (Dos Hermanas). Padece la enfermedad celíaca, es decir, es intolerante al gluten, por lo que sus padres, durante la preparación de la catequesis, se entrevistan dos veces con el párroco, Francisco Blanc, para informarle del problema de la menor.Ambos acuerdan que la niña tomará la comunión en un cáliz independiente al suyo y que no tomaría la sagrada forma (tal como indica la nota de la comisión episcopal de liturgia sobre la comunión de los celíacos).

Un solo cáliz

Llega el momento de la celebración y los padres detectan que sólo se coloca un cáliz en el altar. Hablan con la coordinadora de los catequistas y le dicen que «si no hay otro cáliz, la niña no hará la comunión». Ésta informa al párroco de los hechos y llevan al altar un segundo cáliz. Tras la consagración, el sacerdote le ofrece su cáliz (en el que ha bebido previamente tras tomar la sagrada forma) a la niña, que ocupa el primer lugar para comulgar.

Una vez finalizada la misa, los padres informan al cura de que no se ha llevado correctamente el acto de la comunión con su hija Reyes, tal y como habían hablado, a lo que éste, según ellos,  responde «denúncieme».

Así lo ha hecho la familia, que ha remitido el caso al Arzobispado de Sevilla, a la Consejería de Salud y al Defensor del Menor, porque cree que se ha cometido un grave daño físico a la niña y moral a la familia. Y también, aseguran, para que no ocurran más atropellos con los celíacos.

«Me siento muy defraudado y engañado por el representante de la Iglesia en nuestro barrio», dice el padre, José Enrique Martínez, quien denuncia que al dar a su hija de beber en el mismo cáliz que él había utilizado, existía riesgo de que el líquido pudiera estar contaminado de gluten por su saliva.

20 minutos habló con el párroco, Francisco Blanc, que explica que «no tuvo mala voluntad» y que el cáliz «no tenía el trocito de pan. Compartirlo con la niña fue un gesto  de cariño y un signo de dignidad», dice.

La Asociación de Enfermos Celíacos de Andalucía va a dirigirse también al Arzobispado para mostrar su malestar. El arzobispo dice que está estudiando el caso y que se remitirá a la normativa en materia de celíacos dictada por el Vaticano.

Los hechos ocurrieron en la parroquia de Nuestra Señora de los Ángeles y San José de Calasanz, Montequinto (Dos Hermanas).

Vivir sin poder tomar gluten

Los enfermos celíacos ven su vida muy limitada. Todo lo que comen no debe llevar gluten, una proteína que se encuentra en el trigo, la cebada, el centeno y la avena. La enfermedad afecta a 1 de cada 100 personas, a ellas más que a ellos. Cada año se detectan 120 casos nuevos. En Sevilla hay unos 17.000 pacientes celíacos potenciales y unos 70.000 en Andalucía. Los afectados piden más ayudas a la administración y un mayor control en el etiquetado de alimentos. El gasto de un celíaco al año se incrementa 1.800 euros. ¿Los síntomas? Diarreas, malestar, piel seca, caída de pelo y pérdida de peso, entre otros.

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