La comodidad, el miedo a sufrir un accidente y, sobre todo, el anuncio del nuevo carné por puntos han contribuido a disparar en un 90% la contratación de autobuses para trasladar a los invitados de una boda en los dos últimos años, según fuentes del sector.

El servicio cuesta alrededor de 300 euros (depende de los kilómetros a los que tenga que desplazarse) y lo suelen contratar los contrayentes, aunque en algunos casos los restaurantes regalan este servicio como alternativa a la suite nupcial que ofrecen gratis los hoteles por hacer allí el convite.

El autobús recoge a los invitados a la salida de la iglesia o el ayuntamiento, los

lleva al restaurante y los recoge «a las cuatro de la madrugada» para devolverlos sanos y salvos hasta el punto céntrico que se haya contratado con los novios.

De esta manera, «pueden disfrutar al máximo del enlace y pueden beber y bailar todo lo que les dé la gana», señala Mariano, un conductor de autobuses que conoce bien el servicio.

También se ofrece esta posibilidad para despedidas de soltero, aunque es más caro, porque empiezan a las 00.00 horas y se prolongan hasta las 6.30, más o menos, y requieren más limpieza en el bus, por vómitos y otros excesos.