Condenan a 17 años al acusado de robar y matar a una mujer en Las Chapas en febrero de 2009

La Audiencia de Málaga ha condenado a 17 años de prisión al hombre acusado de robar y matar a una mujer en la zona de las Chapas en febrero de 2009, tras ascender a la vivienda de la víctima y ser sorprendido por ella. Además, fija en 208.500 euros la indemnización para los hijos y la madre de la fallecida.

La Audiencia de Málaga ha condenado a 17 años de prisión al hombre acusado de robar y matar a una mujer en la zona de las Chapas en febrero de 2009, tras ascender a la vivienda de la víctima y ser sorprendido por ella. Además, fija en 208.500 euros la indemnización para los hijos y la madre de la fallecida.

El juicio se celebró el pasado día 8 de noviembre en la Sección Novena de la Audiencia, que ha declarado probado que el acusado, vecino de la mujer, "con finalidad no acreditada", fue a la vivienda de ésta ascendiendo por la fachada y entró a través de la terraza que estaba abierta.

Según se precisa en la sentencia, a la que tuvo acceso Europa Press, la mujer, a la que conocía el acusado, llegó a la casa y sorprendió al hombre, se produjo un forcejeo "agrediéndola con una navaja, tipo estilete, que portaba, produciéndole diversas heridas, más de 16", que le ocasionaron la muerte.

Tras esto, se dio a la fuga. De hecho, el hombre no fue detenido hasta 20 meses después. No obstante, quedaron restos de ADN del acusado en las uñas de la fallecida y huellas digitales suyas en las manchas de sangre que existían en el mecanismo de apertura de la puerta de entrada de la vivienda.

Se le condena por un delito de homicidio y no de asesinato, como pidió la acusación particular, al entender que no existió alevosía, puesto que "no se ha efectuado la acción de una forma segura ni de forma tal que impidiese defensa de la víctima", sino que "se efectúa al surgir la situación".

No obstante, por las circunstancias en las que se produjo se condena al máximo para este delito, 15 años, ya que la víctima fue atacada al llegar a casa, a altas horas de la madrugada "con la soledad y desamparo" que ello implica; "desde dentro" de la vivienda por una persona que "arremete en múltiples ocasiones" con el arma.

El Tribunal apunta en su resolución que el propio acusado reconoció que "el acceso a la casa, la vía utilizada, la agresión producida, la propiedad del arma de la cual se deshace y el abandono en el lugar de la agredida", apuntando que, además, hay restos de sangre y ADN.

Además, se le condena también a dos años de prisión por un delito de allanamiento de morada, pero no por robo con violencia, al indicar la Sala que no queda acreditado que se produjera, ni en grado de tentativa, ni que ese fuera el objetivo, ya que "no existe desorden, ni signo de búsqueda de nada".

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