Roca dice que las iniciales JM no se refieren a Julián Muñoz y que es "imposible" que le pagara

Argumenta que los pagos a ediles del equipo de gobierno eran "como una especie de pacto antitransfuguismo"
Juan Antonio Roca En El Juicio Del Caso 'Malaya'
Juan Antonio Roca En El Juicio Del Caso 'Malaya'
EUROPA PRESS/ARCHIVO
Juan Antonio Roca En El Juicio Del Caso 'Malaya'

El presunto cerebro de la trama de corrupción en Marbella (Málaga), Juan Antonio Roca, ha asegurado que los pagos de 2002 que aparecen asociados a las iniciales JM en uno de los archivos intervenidos en Maras Asesores no se refieren al exalcalde Julián Muñoz, sino a un colaborador de la campaña electoral de 2003, y ha insistido en que, aunque Muñoz se presentó como candidato entonces, las relaciones entre éste y Jesús Gil eran "hostiles".

A este punto ha llegado después de explicar cómo concurrió el Grupo Independiente Liberal (GIL) a las elecciones de 2003 y la "fricción" entre Gil y Muñoz ya antes, hasta el punto de que, ha explicado, éste formó un partido para presentarse por separado. Al final, ha dicho, optaron por ir unidos porque "según un estudio, creo que de José María Del Nido, si hubieran ido con dos partidos, no hubieran obtenido la mayoría absoluta", que Muñoz logró.

En la sesión de este miércoles del juicio del caso 'Malaya', el principal acusado ha precisado a preguntas del fiscal Anticorrupción que esas anotaciones de JM están en la 'hoja cña' "porque es la cuenta de la campaña electoral", insistiendo en que "es materialmente imposible que Jesús Gil, que estaba recabando dinero para su campaña electoral por el GIL, le diera dinero a Julián Muñoz que se iba a presentar por otro partido".

"Es imposible desde un punto de vista razonable que, en las fechas que aparece en Maras, yo pudiera haberle hecho entrega de dinero a Julián Muñoz por cuenta de Jesús Gil, que era el titular del dinero de esa cuenta. Se hubiera pegado un tiro Jesús Gil antes", ha dicho al ser preguntado por el fiscal Anticorrupción sobre dos referencias en noviembre de 2002, asociadas a las iniciales JM y que los investigadores relacionan con Julián Muñoz.

Sobre otro apunte de 12.000 euros a JM, que los investigadores también relacionan con Muñoz, en diciembre de 2003, Roca ha indicado que "no tendría sentido" que fuera a Muñoz porque se produce después de la moción de censura. "Esto desvirtúa la tesis policial de que esa JM es Julián Muñoz. No tiene sentido señor fiscal", ha apuntado el principal acusado, quien ha calificado de "coincidencia" que su secretaria también usara esas iniciales para referirse a Muñoz.

Ha indicado que "las disensiones" y el enfrentamiento entre Muñoz y Gil existieron "desde marzo de 2002 a marzo de 2003" y eran algo "público y notorio". Ha señalado que él tenía "buena relación" con Muñoz durante el tiempo que fue teniente alcalde, luego, cuando fue alcalde, su primera decisión fue despedirlo y "me consideraba una persona de Gil". En esa etapa, "prácticamente conmigo ni hablaba", ha señalado, apuntando que las relaciones "eran malísimas".

En este punto, el fiscal ha pedido que se reproduzca una conversación telefónica intervenida el 3 de enero de 2006, poco más de dos meses antes de que se llevara a cabo la detención de Roca, en la que éste y Muñoz se felicitan las navidades, se preguntan sobre sus familias y el segundo le dice que le han llamado del Tribunal de Cuentas. Roca ha explicado que para entonces "Julián me había reconocido que se había equivocado y ya me llevaba bien con él".

Moción de censura

Roca también ha explicado este miércoles cómo se diseñó la moción de censura que desbancó a Julián Muñoz de la Alcaldía marbellí y ha situado el origen en las diferencias entre Muñoz y Gil tras las elecciones de 2003, cuando Muñoz "defenestra" a los que había puesto Gil en la lista. Ha dicho que Gil fue el que "tuteló" las negociaciones con Carlos Fernández e Isabel García Marcos, portavoces de los grupos andalucista y socialista en Marbella.

Así, ha apuntado que Gil no le dijo que hubiera un acuerdo económico para firmarla, de hecho, ha precisado que el exregidor le dijo que los partidos "estaban tremendamente interesados", señalando que cree recordar "que me enseñó un fax que le había mandado el presidente del PA, Antonio Ortega, a Carlos Fernández, autorizando la moción y éste se lo hizo llegar a Jesús".

El principal acusado ha asegurado que él no hizo gestiones para llegar a esa moción de censura, tan sólo estuvo en la notaría la noche en la que se protocolizó y ha precisado que los firmantes se fueron a Portugal y luego a Madrid porque "Jesús Gil dijo que era mejor que estuvieran fuera porque Julián Muñoz iba a intentar socavar la voluntad de alguno". Ha negado que él financiara estos desplazamientos.

Aunque Gil estaba detrás de dicha moción de censura, Roca ha argumentado que dentro del acuerdo había "un protocolo y el punto de partida era restablecer la relación con la Junta de Andalucía, conseguir la redacción de un nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) y partir de la aplicación del plan del 86 desde el momento de la toma de posesión". "Es romper frontalmente con la política urbanística que se había llevado a cabo hasta ese momento", ha dicho.

Tras salir adelante la moción de censura, ha señalado, la alcaldesa, Marisol Yagüe, se quejó a Gil de que Carlos Fernández estaba "socavando" su autoridad, por lo que el exalcalde "me pide que eche una mano a Marisol". Ha precisado que aunque los problemas se hicieron patentes en la Navidad de 2003, estuvieron desde el principio, porque "como hemos visto en otros casos de tripartitos, son muy difíciles de sostener", citando, "sin querer comparar", a Cataluña.

Pagos a los ediles

Roca ha dicho que en ese momento Gil llegó a un acuerdo económico sólo con Carlos Fernández, aunque ha señalado que fue el propio Roca quien dijo a Gil que debía hacerse extensivo al resto de grupos que formaban el equipo de gobierno. Ha incidido en que él pensó que "era un pago que yo adelantaba y que Jesús Gil me iba a devolver", porque era su encargo. "Evidentemente, cuando muere Jesús Gil me doy cuenta de que no me va a devolver nada", ha apostillado.

En esta sesión, Roca ha detallado los pagos realizados a los entonces ediles del equipo de gobierno marbellí y los nombres que están detrás de las anotaciones de los archivos que reflejan dichos pagos. Su justificación es que esas "gratificaciones" de 2004 eran para mantener "la cohesión" del tripartito de Marbella y la mayoría absoluta tras la moción de censura a Muñoz, dentro de una "especie de pacto antitransfuguismo".

Aunque ha dicho que no llevaba un control exhaustivo del dinero que entregaba y que no se establecía en ese acuerdo una cantidad total a percibir ni el tiempo, sí ha indicado que a la alcaldesa le corresponderían inicialmente 84.000 euros; mientras que a los portavoces Isabel García Marcos y Carlos Fernández, 42.000 euros; otros ediles que eran tenientes de alcaldes, como Tomás Reñones recibiría 18.000 euros; y el resto, 6.000 euros.

Analizando los pagos por personas, ha admitido que realizó pagos a Yagüe, pero menos de los 1,8 millones de euros que dice el fiscal. Por ejemplo, ha dicho que no llegó a hacerle un préstamo para comprar una casa en Madrid, aunque consta para la Policía, pero sí le dio un adelanto para una intervención quirúrgica. Respecto a García Marcos, de la que ha dicho que tenía "mucha personalidad" y "aspiraciones de ser alcaldesa", ha señalado que no hay pagos con otra relación que los sobres.

Respecto a los empresarios, ha manifestado que con José María González de Caldas mantenía una "relación comercial", aparte de ser amigo, precisando que "yo le vendía dos o tres corridas de toros todos los años y caballos regularmente". Ha negado que tengan relación esos pagos con una resolución urbanística.

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