"Pablo se tiró sobre Ndombele y yo le sujeté, pero se tiró otra vez contra él diciendo: lo apuñalo, lo apuñalo", declaró esta mañana el acusado ante el tribunal en el juicio con jurado -formado por seis mujeres y cinco hombres- que se celebra en la Audiencia Provincial de Madrid.

Fuertes, para quien la fiscal pide 13 años de cárcel, se sentó hoy de nuevo en el banquillo después de que el Tribunal Superior de Justicia de Madrid y el Tribunal Supremo ordenaran repetir el juicio en el que fue absuelto del asesinato del menor de 16 años.

Los hechos ocurrieron sobre las 5.15 del 20 de julio de 2002 cuando se inició una discusión en las inmediaciones del pub Inn del polígono Costa Polvoranca de Alcorcón (Madrid) entre Pablo G.S., acompañado de María del Mar C., y Jesús María V., junto al que se encontraba Ndombele.

Dos puñaladas sin mediar palabra

Según la fiscal, Pablo entró en el bar y salió acompañado de varias personas entre ellas el acusado, ex vigilante de seguridad del local, quien asestó dos puñaladas al menor "sin mediar palabra".

La acusación ejercida por el Movimiento contra la Intolerancia reclama 20 años de prisión, al igual que la acusación particular en representación de la familia de la víctima por asesinato con la agravante de haber cometido el delito por motivos racistas y con abuso de superioridad.

El acusado, que mide más de dos metros y acudió a la vista con un traje oscuro, relató que salió a la calle porque le avisaron que fuera había problemas con "los de siempre".

La víctima iba drogada, según el acusado

Fuertes señaló que al llegar vio un "tumulto de gente" y a Pablo "gritando y discutiendo" con Ndombele y con otro chico y destacó que el menor angoleño "iba bajo los efectos de alguna droga porque estaba muy agresivo", por lo que le pegó un bofetón y le pidió que se marchara.

Ndombele retrocedió, momento en el que -según el acusado- Pablo se abalanzó hacia el menor gritando: "lo apuñalo, lo apuñalo", y destacó que él intentó quitar a Pablo de encima de la víctima, aunque reconoció que no vio el apuñalamiento.

"Pablo G. llevaba una navaja y no se la vi en ese momento. Se la vi antes, llevaba toda la noche vacilando con ella y además estaba borracho", vociferó el acusado mientras le interrogaba el abogado de la acusación particular.

Fuertes señaló que después de quitar a Pablo de encima de la víctima, éste huyó del lugar, Ndombele se quedó entre los coches aparcados y él regresó al pub, aunque indicó que lo abandonó a los 15 minutos porque se llenó de policía y, según recordó, un compañero le dijo: "vete de aquí a ver si te van a meter a ti el marrón".

Se marchó a Torrevieja

Además, manifestó que no tenía contrato de trabajo y no quería causar problemas y explicó que al día siguiente viajó a Torrevieja (Alicante), donde fue detenido un mes más tarde, de vacaciones porque ya lo tenía planeado.

Sobre Pablo manifestó que al enterarse de su suicidio, "supuso y dedujo" que éste había apuñalado a Ndombele.

La abogada defensora reclamó la absolución de su patrocinado y antes de comenzar el interrogatorio solicitó al tribunal la suspensión de la vista, a instancias del recurso de amparo interpuesto ante el Tribunal Constitucional, sobre el que dijo que, aunque no ha habido notificación escrita, sí la ha habido verbal.

El juicio continuará mañana con la declaración de dos de los testigos que presenciaron los hechos, Jesún María V. y María del Mar C.

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