Artur Mas bajará el sueldo de los empleados públicos y subirá el precio del transporte y el agua

  • Estudia el incremento del precio de la gasolina y una tasa por receta farmacéutica.
  • También venderá patrimonio público e incrementará las tasas universitarias.
  • Cataluña aplicará el impuesto del patrimonio si Mariano Rajoy lo mantiene.
El presidente de la Generalitat, Artur Mas.
El presidente de la Generalitat, Artur Mas.
Andreu Dalmau / EFE
El presidente de la Generalitat, Artur Mas.

Tan solo 48 horas después de las elecciones generales en las que CiU ganó por primera vez en Cataluña, Artur Mas ha anunciado este martes nuevos sacrificios para el año 2012. Para cumplir con las previsiones económicas de la UE, la Generalitat catalana rebajará el sueldo de los empleados públicos, venderá patrimonio e incrementará las tasas universitarias. También habrá despidos, aunque serán "muy selectivos", ha asegurado.

Además, subirá el precio del transporte público y el recibo del agua y estudia el incremento del precio de la gasolina, que no afectaría a transportistas y sector primario, e introducir una tasa por receta farmacéutica dispensada en la sanidad pública para "evitar abusos". Con estas medidas pretende cumplir el límite del déficit del 1,3% del PIB impuesto por la UE. Mas también ha avanzado que Cataluña aplicará el impuesto del patrimonio si Mariano Rajoy lo mantiene.

Los nuevos miembros del Gobierno y los altos cargos volverán a renunciar a una de sus pagas extra, con lo cual en tan solo dos años habrán visto reducido su sueldo un 20-25%, para "predicar con el ejemplo". A nivel general de toda la función pública, los empleados de la Generalitat volverán a ver reducidos sus ingresos -en 2010 ya se les bajó un 5% el salario-, si bien Mas no ha concretado cifras, porque antes quiere hablarlo con los sindicatos. También ha puntualizado que si el gobierno de Rajoy decide aplicar una reducción salarial similar en todo el Estado, a los empleados públicos catalanes no se les impondría entonces una doble rebaja.

Por último, la Generalitat prevé desplegar una política activa de venta de activos, patrimonio público, oficinas, edificios y empresas que gestionan infraestructuras, que pasarían a manos privadas.

Así lo ha expuesto el presidente de la Generalitat, Artur Mas, en la rueda de prensa posterior al primer Consell Executiu tras las elecciones, recalcando que el Govern es consciente de que no se puede recortar más en sanidad, educación y servicios sociales porque se cruzarían "líneas rojas" que deteriorarían estas prestaciones públicas.

Una tasa por receta

El importe de la nueva tasa aún no ha trascendido, ni tampoco si deberá pagarlo toda la población o bien habrá determinados colectivos que quedarán exentos. Mas ha rechazado que este "tiquet moderador" sea extender el copago en la sanidad pública, y ha asegurado que se trata de un instrumento que frenaría el "mal uso" de los servicios públicos.

El mandatario catalán ha recordado que los países europeos "más ricos" tienen instrumentos para asegurar el mantenimiento y correcta utilización de los servicios públicos, por lo que los más pobres también deben hacer este tipo de medidas. Además, ha resaltado que esta medida "no es para tapar agujeros" y cubrir el déficit sanitario, sino para propiciar un cambio de actitud por parte de los usuarios.

Despidos "selectivos"

Mas ha asegurado que él es partidario de revisar las "condiciones laborales" de los empleados públicos, minimizando los despidos, y limitándolos únicamente en aquellos organismos públicos que, tras la reorganización del organigrama hecha por el nuevo Govern, se han quedado prácticamente sin funciones.

Según Mas, si estos organismos públicos han perdido atribuciones "no pueden mantener sus plantillas" actuales, aunque ha indicado que el Govern pondrá todo su empeño en despedir a la menor gente posible. El presidente ha indicado que hay organismos de la Generalitat que, tras los siete años de tripartito, están "con un volumen muy por encima" de sus posibilidades: "Se han inflado mucho las plantillas en los últimos cuatro o cinco años, incluso en plena crisis, y esto no tiene sentido", ha resaltado.

Mas ha asegurado que él es partidario de que, en vez de despedir a empleados públicos, se renegocien las condiciones laborales para mantener puestos de trabajo. "Nuestra idea no es despedir a gente, sino moderar las condiciones laborales de los trabajadores, es mejor que haya trabajo para todos que no sólo para unos pocos y paro para otros, esta es la manera más justa de repartir los sacrificios", ha indicado el presidente, que por ahora no ha dado detalles sobre cuáles serán los organismos, empresas públicas y entidades autónomas que verán reducida su plantilla.

Buscan el apoyo del PP

El presidente catalán asegura quue tomarán estas medidas porque el ajuste no se puede continuar haciendo a base de reducir gastos. Ha argumentado que con los recortes que se han aplicado hasta ahora "se ha tocado fondo, se ha tocado hueso", y seguir en esta línea, supondría poner en peligro servicios básicos del Estado del bienestar.

Sin embargo, CiU no tiene la mayoría absoluta en Cataluña y necesitaría que algún partido de la oposición vote a favor de su proyecto. De ahí que este martes, Mas haya abogado porque PP y CiU se "ayuden mutuamente" con la finalidad de que la economía española siga a flote. Esa ayuda, en palabras de Mas, debería traducirse con el apoyo de los populares a los presupuestos catalanes de 2012.

"Las deudas son muy grandes"

Todos estos sacrificios, ha asegurado Mas, tienen un horizonte: empezar a ver la luz al final del túnel a finales de 2012, de manera que en 2013, "si las cosas no empeoran", pueda darse por finalizada la "política de ajuste duro".  "Las deudas son muy grandes y el déficit, monstruoso, la purga hay que hacerla y dura años, pero a partir de 2013 vendría una fase más suave", ha dicho Mas con toda la cautela.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento