Los manifestantes egipcios han convocado una protesta multitudinaria este martes en la plaza Tahrir. La concentración ha sido convocada por varios partidos y movimientos y en ella se pedirá la dimisión del Gobierno de Esam Sharaf por su gestión de los disturbios, que sólo desde el sábado se han cobrado 33 vidas.

En un intento por mitigar las protestas, la Junta Militar publicó un decreto que impide concurrir a exmiembros del disuelto partido de Mubarak en las próximas elecciones, una de las principales reivindicaciones de activistas y grupos políticos.

El Partido Libertad y Justicia, vinculado a Hermanos Musulmanes, ha anunciado este lunes que no participará "en ninguna protesta que pueda conducir a más enfrentamientos" entre manifestantes y fuerzas de seguridad, según el comunicado recogido por el diario egipcio 'Al Masry Al Youm'.

En consecuencia con esta decisión, Hermanos Musulmanes no participará en la manifestación convocada para este martes en la plaza Tahrir de El Cairo contra el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas, que gobierna el país desde la caída del régimen de Hosni Mubarak, el pasado 11 de febrero.

A pesar de no participar en estas protestas, el partido ha indicado que seguirá trabajando junto a otras fuerzas políticas "para evitar la sedición instigada por el Ministerio del Interior", que habría dado lugar a los enfrentamientos en Tahrir.

"Durante meses han intentado desesperadamente evitar el proceso de entrega del poder al pueblo mediante unas elecciones parlamentarias", ha denunciado el partido, en alusión a la junta militar.

En los últimos tres días, la plaza Tahrir se ha convertido de nuevo en escenario de enfrentamientos entre fuerzas de seguridad y manifestantes que demandan un traspaso inmediato del poder a un Gobierno civil.

Fuentes médicas aseguran que desde el sábado han recibido 33 cadáveres con heridas de bala. Una de estas fuentes eleva a 46 el balance de víctimas mortales. Por su parte, el Ministerio de Sanidad habla de 1.250 heridos.

La Junta Militar egipcia se encuentra cada vez más sola ante el acoso de los miles de manifestantes de la plaza Tahrir, después de que el Gobierno en pleno anunciase hoy que ha presentado su dimisión a la cúpula castrense.

El Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas todavía no ha aceptado la renuncia de su Ejecutivo, pero ha pedido a los ministros que continúen en sus puestos, cuando solo falta una semana para la celebración de las elecciones legislativas, las primeras después de la caída de Hosni Mubarak.

Por otra parte, al menos tres manifestantes murieron este lunes por la noche en Ismailiya, en el este de Egipto, en choques contra las fuerzas de seguridad, mientras que este martes prosiguen los enfrentamientos. Según la agencia de noticia estatal Mena, otros sesenta manifestantes resultaron heridos en esos choques en Ismailiya, situada junto al canal de Suez.