La corriente Izquierda Socialista de Extremadura ha reclamado, ante una "derrota de tal calado" como la obtenida en las elecciones del 20N, la apertura de una "fuerte reflexión interna" en el PSOE regional, que esté abierta a la militancia, "con ánimo transformador y renovador".

Para ello, esta corriente ha considerado necesario "abrir un período de amnistía a los militantes expulsados por motivos ideológicos a lo largo de los últimos años", así como contar con una actitud de "firme autocrítica liderada por aquellos que han ostentado responsabilidades internas", que deberán realizar "una rendición de cuentas pormenorizada".

En nota de prensa, Izquierda Socialista de Extremadura ha aportado una serie de "líneas maestras" para la "transformación" que a su juicio necesita el PSOE de Extremadura, y que pasan por favorecer que los órganos de dirección del partido "estimulen el debate democrático abierto a la participación, así como a la necesaria renovación de ideas y de personas".

Reclama además "garantizar el pluralismo interno y el respeto a las minorías en todos los órganos ejecutivos", así como la "correcta actualización de los censos de militantes y transparencia" en su uso.

Esta corriente apuesta por seleccionar a los candidatos a cargos públicos u orgánicos "mediante elecciones internas o primarias", y por exigencia de presentar un número de avales entre el cinco y el 20 por ciento de la militancia del censo real de cada ámbito que corresponda en cada proceso de primarias.

Además, la elección de los cargos de representación orgánica e institucional debe realizarse "por el sistema de listas abiertas con factor de corrección", a juicio de Izquierda Socialista, que también reclama la aplicación del "principio de incompatibilidad de cargos orgánicos e institucionales en los mismos ámbitos evitando la acumulación y concentración de poder en pocas manos".

Finalmente, Izquierda Socialista propone la limitación de mandatos, tanto institucionales como orgánicos, a un máximo de dos legislaturas y ocho años.