El Colegio de Médicos de Cantabria y el Ayuntamiento de Santander han instado a la población en general a hacer un uso responsable de los antibióticos, ya que lo contrario conlleva la aparición de bacterias multi-resistentes a los mismos.

"Su uso inadecuado o poco responsable representa una importante amenaza para la salud pública", han subrayado el presidente del Colegio de Médicos de Cantabria, Tomás Cobo, y el concejal de Familia y Servicios Sociales de Santander, Antonio Gómez, con motivo del Día Europeo del Uso Prudente de Antibióticos, que se celebra cada 18 de noviembre.

Asimismo, han recordado que el mal uso de los antibióticos no solo incrementa la resistencia de cepas bacterianas y la aparición de otras nuevas, sino que incide en el incremento de la morbilidad, mortalidad, aumento del gasto sanitario y se deteriora "gravemente" la eficacia de los tratamientos para los futuros pacientes.

Para los representantes institucionales, el Día Europeo para el Uso Prudente de los Antibióticos tiene como objetivo apoyar los esfuerzos realizados a tanto a nivel regional como nacional para "promover el uso prudente de antibióticos en los hospitales y centro de salud, mediante la elaboración y difusión de materiales educativos, donde se resalta la importancia que tiene que el paciente siga las instrucciones de su médico sobre el modo de tomar los antibióticos de la forma correcta".

En este sentido, recalcan que España es uno de los países desarrollados del mundo con mayor consumo de antibióticos, (más de 35 dosis diarias definidas/1.000 habitantes), y continúa siendo el segundo país de la UE en consumo de antibióticos, por detrás de Francia. Desde hace años se está produciendo un incremento progresivo de bacterias resistentes al tratamiento.

Igualmente, señalan que este problema es de trascendencia mundial puesto que la globalización aumenta la vulnerabilidad de cualquier país a enfermedades que se dan en otros, y de la misma manera que lo hacen las personas, las "bacterias resistentes viajan", lo que constituye una grave amenaza para la salud pública mundial.

Tomás Cobo y Antonio Gómez insisten en que el uso prudente y adecuado de los antibióticos puede contribuir a detener el desarrollo de bacterias resistentes y ayudar a que los antibióticos sigan siendo eficaces para las generaciones venideras y apuntan la necesidad de realizar más campañas de sensibilización de la población, en general, implantadas en varios países ya están logrando un uso más prudente de los antibióticos y una disminución de la resistencia a estos medicamentos.

Por último, recuerdan que también existen otros problemas secundarios no menos importantes y derivados de su uso indebido, la banalización de su uso, las campañas para aumentar su consumo fuera de control, la venta fraudulenta o la falta de control identificativo de principio a fin de cada envase de antibiótico (trazabilidad), tal y como sería deseable.